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Sanders detiene votación en la convención demócrata y pide nominarla por aclamación

Hillary Clinton, primera candidata presidencial en la historia de EU

Algunos delegados del senador abandonan la arena; no votaremos por una cúpula que nos estafó

El ex presidente Bill Clinton la presenta como la mejor agente de cambio que he conocido

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Bill Clinton cerró su discurso ayer en la convención demócrata en tono contrario a Donald Trump, dando la bienvenida a inmigrantes, musulmanes y jóvenes afroestadunidenses, para construir el Estados Unidos del futuroFoto Afp
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Discusión entre Antonio Anderson, delegado simpatizante de Hillay Clinton y Racine Hamby, quien respalda a Bernie Sanders, ayer en la arena Wells Fargo, en Filadelfia, donde se desarrolla la convención demócrataFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de julio de 2016, p. 21

Filadelfia.

Esta noche fue nominada la primera candidata presidencial en la historia del país por uno de los dos partidos nacionales, después de que Bernie Sanders propuso suspender el proceso de votación para que fuera declarada candidata por aclamación.

Hillary Clinton finalmente logró coronarse como candidata presidencial del Partido Demócrata –después de fallar en su ambición en 2008– en un proceso de nominación en el cual por orden alfabético cada estado anunciaba a la convención el número de delegados ganados por cada precandidato en la reñida elección interna del partido en el segundo día de la Convención Nacional Demócrata.

Poco después de que logró superar los 2 mil 383 delegados requeridos (mayoría del total de 4 mil 764), pero antes de terminar el proceso, Sanders tomó el micrófono en medio de un coro que gritaba: Bernie, Bernie, que sacudió la sala, y propuso que se suspendiera el proceso y se proclamara a Clinton candidata por aclamación (o sea, en los hechos, cederle todos sus delegados). Con ello estalló el festejo en esta convención.

Este acto de gracia, esperaba la dirigencia del partido, generaría mayor unidad y ayudaría a superar la imagen de división con que empezó esta convención el lunes. Clinton ofrecerá su discurso de aceptación de la nominación el jueves.

Pero no todos estaban dispuestos a ceder en nombre de la unidad. Decenas de delegados de Sanders abandonaron la arena, salieron y se dirigieron a las grandes carpas de prensa frente a la arena, donde realizaron una protesta pacífica rodeados de periodistas. No podíamos aguantar eso, comenta un delegado. Una abogada indígena, delegada de Sanders, afirmó: “nos sentimos traicionados, no por Bernie, sino por un sistema amañado que está llevando a una multimillonaria a la candidatura. Ella y sus aliados hablan del sueño americano, pero nosotros como nativos no estamos incluidos en eso, y esta es, y siempre ha sido, nuestra tierra. Hemos estando luchando contra el terrorismo desde 1491”.

Otro delegado explica: tengo conciencia, tengo que dormir. Por eso muchos de nosotros nos salimos. No podemos apoyar a Clinton ni a una cúpula del partido que nos estafó.

Varios rechazaron la acusación de que si no votan por Clinton cederán la elección a Trump: no, si él gana, será culpa del Comité Nacional Demócrata y de Clinton, afirmó el delegado Robert Shearer a La Jornada. Otros decían que esto es el inicio de algo nuevo, fuera de los dos partidos, ya que se mostró que aquí hubo un fraude y maniobras para frenar la insurgencia de Sanders, y que el comité nacional demócrata decidió silenciar y suprimir esta expresión democrática. Por lo tanto, muchos se pusieron cinta sobre la boca.

La policía cerró entradas y salidas de la carpa de prensa, mientras más delegados ocuparon la calle entre la zona de medios y la arena. Así, los delegados disidentes de repente se volvieron manifestantes y fueron rodeados por policías en su propia convención.

No obstante, la mayoría de delegados de Sanders mantuvieron la disciplina y siguiendo la línea de su líder apoyaron a Clinton. Jesús García, dirigente de la comunidad mexicana en Chicago, quien trabajó en la campaña de Sanders, explicó a La Jornada que, por ahora, no hay alternativa más que seguir la estrategia de elegir a Clinton para poder derrotar a Donald Trump en esta coyuntura.

Sanders ya había indicado que su movimiento seguirá después de esa elección.

Anoche, después de que dio su apoyo a Clinton como parte esencial para derrotar a Trump, Sanders anunció por comunicación digital con sus millones de seguidores que establece una nueva entidad, Nuestra Revolución (Our Revolution), para continuar con lo que llama la revolución política.

En tanto, dentro de la convención, esta era la noche de otro Clinton: Bill, marido de Hillary y posible primer primer caballero en la historia de este país. Con su talento, aunque un poco añejo, y con voz más ronca, ofreció un discurso que logró elogiar a su esposa en términos personales y políticos, y presentarla como la candidata del cambio.

No fue fácil, ya que en un año electoral marcado por una masiva exigencia de un cambio en el universo político estadunidense, Clinton es percibida justo como más de lo mismo y, por si fuera poco, como parte de una dinastía, y el rey del partido presentó a su reina como la promotora del cambio; ese fue el epicentro de su mensaje.

Hillary es la mejor agente de cambio que he conocido, repitió varias veces, al hacer una cronología de sus esfuerzos por mejorar siempre las cosas para los demás. Contó de sus iniciativas y batallas en el servicio público a lo largo de su vida contra la discriminacion racial, así como por ampliar la educación y la salud. Subrayó: “esta mujer jamás ha estado satisfecha con el statu quo”.

Agregó que como senadora y después como secretaria de Estado fue una gran antiterrorista, luchadora contra el cambio climático y por los derechos de las mujeres a nivel mundial, entre otras cosas. El ex presidente concluyó con un mensaje contrario a Trump, y dio la bienvenida a inmigrantes, musulmanes, jóvenes afroestadunidenses y otros, para construir el Estados Unidos del futuro, y repitió el lema del día: más fuertes juntos.

Hillary Clinton hizo su primera aparición en esta convención en un mensaje grabado en video al final de la noche para agradecer a todos, y se dirigió a todas las niñas que pudieran estar aún despiertas viéndola: ustedes podrían ser la próxima.

Otro ex presidente, Jimmy Carter, en un mensaje videograbado transmitido durante la convención, describió a Trump como alguien que carece de principios éticos y morales y respaldó a Clinton.

El programa oficial se dedicó a las batallas de Clinton, una especie de currículum hablado en voces de legisladores, activistas por los derechos de las mujeres, madres de jóvenes afroestadunidenses asesinados por policías, y para el bienestar de los niños, donde se mostraba su compromiso social a lo largo de su carrera política.

Camisetas de Black Lives Matter, latinos, defensores de inmigrantes de varias partes del mundo, feministas, activistas de la comunidad gay, ambientalistas, representantes indígenas estadunidenses, líderes por los derechos civiles, derechos de minorías y libertades civiles, sindicalistas, religiosos liberales y más constataron la diversidad de las bases del Partido Demócrata, que contrastan con la cara homogénea y blanca del otro partido nacional.

El representante John Lewis, legendario líder por los derechos civiles que trabajó con Martin Luther King, declaró en la convención: existen fuerzas en Estados Unidos que quieren hacernos dar un paso atrás. Quieren deshacer 50 años de progreso que esta nación ha logrado con el liderazgo demócrata. Agregó que con la nominación de Clinton romperemos este techo de cristal. Somos el partido del mañana y construiremos una verdadera democracia en Estados Unidos.

Apremió a que en nombre de todas las madres que intentan salir adelante, y de padres que no han tenido un aumento de sueldo en años; en nombre de todos los estudiantes ahogados en un mar de deudas; en nombre de todos los que sufren la injusticia y la discriminación por el color de su piel, que luchan por los derechos de los inmigrantes, por los derechos LGBT, por los derechos de voto, y por mayor igualdad en Estados Unidos; en nombre de todas las víctimas de la violencia armada sin sentido, les presento a una líder que puede unirnos como nación, una líder que puede romper barreras y construir un futuro mejor para todos los estadunidenses. Ella luchará por todos nosotros con corazón, alma y mente.

Varias figuras más de la cúpula política –como la ex secretaria de Estado Madeleine Albright– llegaron a argumentar sobre las virtudes de la candidata, pero también para advertir de los peligros que representa Trump.

El elenco de estrellas aquí también es muy superior a los que acompañaron a Trump en su convención la semana pasada. Sólo esta noche subieron al podio Meryl Streep, Alicia Keys y Lena Dunham, mientras entre el público estaban Bryan Cranston (Trumbo, Breaking Bad), y Robin Wright (House of Cards), entre otros. Eso ayuda.

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