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La nueva película dirigida por Paul Greengrass llega mañana a las salas estadunidenses

Matt Damon regresa con Jason Bourne, cuarta entrega de la serie del superespía

La violencia es parte de la condición humana y a veces debes interpretar personajes así, afirma

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Las películas son una herramienta para la empatía. No las haría si no creyera en eso, dijo el actor, quien espera que la trama ayude a distinguirla de las anteriores. Arriba, Damon en una escena de la reciente entregaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 28 de julio de 2016, p. a10

Los Ángeles.

En una tarde sofocante en Hollywood, Matt Damon acaba de salir de su terapia de pareja.

Pero no hay de qué preocuparse, era con Jimmy Kimmel, por un supuesto pleito que comenzó hace 10 años, incluso antes de que se conocieran en persona.

Tomó un giro muy surreal porque teníamos una terapeuta real y lo hicimos de verdad, dijo Damon en los Estudios Kimmel. Después de su terapia Damon tenía unos 10 minutos para hacer una sesión de fotos, filmar la introducción para un festival al que no pudo asistir y comerse una ensalada. Esa es la vida de las estrellas de Hollywood.

Damon, de 45 años, promueve Jason Bourne, película que hace nueve años él y el director Paul Greengrass pensaban que nunca ocurriría. Luego de tres películas sobre el superespía creado por Robert Ludlum, las últimas dos dirigidas por Greengrass, y una experiencia especialmente difícil para filmar The Bourne Ultimatum, Damon pensó que había tenido suficiente.

Pero el nombre de Bourne solía aparecer en reuniones y con los fans. En 2009, cerca de la época en la que Damon y Greengrass hicieron Green Zone, coquetearon con la idea de hacer otra cinta pero no había una historia. Mientras tanto Universal Pictures avanzó para expandir el universo Bourne con una cinta enfocada en otro agente interpretado por Jeremy Renner. Le fue bien y estaban trabajando en una segunda entrega cuando en 2014, Greengrass y Damon revisaron el mundo y se dieron cuenta de lo mucho que había cambiado.

Paul llamó y dijo que la primera escena sería una manifestación contra las medidas de austeridad en Atenas, dijo Damon. “Yo pensé: ‘está bien, estamos de vuelta”’.

Pero se aseguraron de estructurar su plan de producción para que el guión no se estuviera terminando mientras filmaban, como fue el caso de Ultimatum.

Cuando estás en producción estás quemando dinero y lo puedes sentir. Lo que los coguionistas Paul (Greengrass) y Chris (Rouse) hicieron esta vez, que es genial, es que se tomaron todo un año y regresaron con 120 páginas que daban ganas filmar, dijo Damon. Sabíamos que una vez que dijéramos que lo íbamos a hacer tendríamos una fecha de estreno fijada, así que queríamos tener todo listo.

Vigilancia gubernamental

Y funcionó, para Ultimatum filmaron en 138 días. Con Jason Bourne el tiempo se redujo a 95 días.

La película, que se estrena mañana en cines estadunidenses, retrata en parte el mundo de la vigilancia gubernamental y presenta a agentes de la CIA interpretados por Tommy Lee Jones y Alicia Vikander. Una persecución a alta velocidad lleva a Bourne a locaciones internacionales obligadas e incluso a algunas dentro de Estados Unidos, como Las Vegas, donde hay una escena con un vehículo armado que choca contra otros autos en la zona hotelera. Un recordatorio espeluznante del reciente ataque terrorista en Niza.

El equipo de promoción de la cinta retiró inmediatamente la escena de los anuncios europeos, dijo Damon.

Eso fue horrible, apuntó el actor. Ninguno de nosotros sentimos que fuera igual, pero no queríamos ser insensibles a las imágenes que están en el mundo.

Lo cual le hace pensar también en las objeciones a los afiches de la película en los que aparece con un arma, un sentimiento que entiende profundamente.

Las películas son una herramienta para la empatía. No las haría si no creyera en eso, dijo. Pero la violencia es parte de la condición humana y a veces terminas interpretando personajes violentos. Jason Bourne es uno de ellos.

Damon espera que la serie, que ha demostrado que Bourne trata de reparar sus acciones, tenga una conciencia que la distinga de otras.

El actor puede ser uno de los astros más lucrativos en el cine, pero todavía siente la presión de un estreno importante, especialmente de una serie como Bourne.

Hay muchas cosas en juego, dijo Damon. La película costó mucho y si el público no va al cine eso sería algo fuerte, sería malo... Nuestros trabajos están constantemente en riesgo, es una profesión insegura y una industria insegura.

Por ahora se mantiene ocupado, demasiado ocupado. Su agenda repleta implicó renunciar a un buen papel en Manchester By the Sea, de Kenneth Lonergan, para que lo tomara su amigo Casey Affleck. La película, basada en una idea de John Krasinski y Damon, quien también fue productor, tuvo una buena recepción en el festivval de Sundance y será estrenada en noviembre.

“Casey no es tonto, dijo: ‘¡Lo hago, lo hago. Quiten todo de mi agenda!”’, recordó entre risas Damon.

Más proyectos

Pero Damon también tiene proyectos grandes en el horizonte, incluyendo Downsizing, de Alexander Payne, y la fantasía histórica de Yimou Zhang The Great Wall, enorme coproducción chino-estadunidense que se estrenará en febrero.

Su próximo rodaje es la cinta de misterio y crimen Suburbicon, dirigida por George Clooney con guión de Ethan Coen.

Pero por ahora todo es Bourne. Acaba de terminar una gira internacional y le queda presentarse en Nueva York para visitar los programas nocturnos.