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Sicología de la infertilidad: Nancy Tame
L

a sicoanalista Nancy Tame Ayub abre caminos emocionales al estudio de la infertilidad en espléndido trabajo publicado por Editorial Grijalbo.

Es la infertilidad una problemática en los márgenes, el exilio, en la tierra de nadie, suspendida en el espacio, deslizándose en la vida-muerte, dejando vivencias traumáticas en soledad. Tame da respuestas actuales al problema que no es del hombre ni de la mujer, sino de la pareja.

Ondular en otro espacio y tiempo. Novedad enloquecedora, rastro antiguo de un objeto arcaico sólo dolor síquico. Ternura contenida, presente y ausente, que adquiere categoría omnipotente; contempla y crea el amor, sin dejar de estar.

Concreción única, singular, recreada intuitiva, naturalmente, sin percibir la pintura delatora de pérdidas sin elaboración. Cuadro vivo, vida misma.

Esto no se puede escribir, pero ya estaba escrito. Hablará, escribirá, vivirá su propia vida. Estricto lenguaje que advierte la elegancia y presencia de belleza, indicios de crueldad y ausencia de calor. Milagrosa nostalgia de escritura preverbal, genuinamente desinhibida, frescura prodigiosa, prosa sonora inconfundible, ayayay ayayay flamenco que suena ondulante, abrazo arrullador, fuego del rescoldo de la carne, brasa que quema y vibra. Si es fuego es luz, pero, a su vez sombra; oscuridad, angustia, desesperación, nada.

Brasa necesaria para mantener el fuego e impedir se apague. Vuelven a surgir llamas y memoria. Memoria ancestral, cuyo origen, es el no origen. Fusión de cuerpos. Ilusión que eterniza el ímpetu de la llama, hasta tocar, abrirse paso, traspasar barreras de lo inconsciente que limitan. Singularidad que puede parecer frivolidad, aberración que desconcierta, mirada de misterio, extravío que busca en la memoria, huellas que se difieren, curiosidad de hermosura lanzafuegos. Fuego llama de otras llamas interiores. Volcán desbordado.

Concepción claridad de sol que ilumina el dolor que transmite, sujeto a la trágica mordedura de la separación, transformadas en llama de amor. Carne que ya fue madre y sabe del lenguaje lleno de luz y sombra.

La palabra no había nacido, la articulación ya no era grito, pero no era discurso. Hondura flamenca del jipio que estremece, rasga vientre como herida de siete cuchillos. Tránsito del lugar al espacio tiempo, más allá de la realidad. Mixtura inevitable de dos componentes, desligados por un cordón que parece nuevo genital.

Enorme matriz amarilla del páramo que contemplo resbalando hasta los pies, pasando la cabeza sobre el triángulo negro del regazo. Triángulo hundido en más huellas, sin final.

Deseo insatisfecho a pesar del calor que envuelve fantasías crueles e infinitas que desgarran. Debilidad, arropada en la entraña, distendida como arco del violín propensión cruel de una escritura no gráfica.

Sólo ilusión que ingenuamente se elimina una y otra vez en repetición circular, espera de la anhelada e imposible creación.

Me pregunto con Nancy Tame: ¿la infertilidad, la incompletud, la pérdida, el duelo inelaborado, representan un trauma cuya secuela es la neurosis traumática que acompaña a tantas parejas?

(Tame, Nancy. Infertilidad, México, Editorial Grijalbo, 2016.)