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Analistas denuncian campaña del miedo para justificar la llegada de soldados extranjeros

Fuerzas armadas sólo apoyarán en la lucha antinarco, aclara ministro argentino
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 4 de agosto de 2016, p. 25

Buenos Aires.

El ministro argentino de Defensa, Julio Martínez, sostuvo este miércoles que las fuerzas armadas no participarán directamente en la lucha contra el narcotráfico, sino apoyando la tarea de las fuerzas de seguridad después que el presidente, el derechista Mauricio Macri planteó durante una cena reciente con los jefes de las tres fuerzas que necesitaba a los militares para cumplir los objetivos de su lucha contra el narcotráfico, el control de fronteras, y otras.

El presidente convocó a los militares a cumplir un rol preponderante en esta nueva etapa del país y les dijo que tendrán mayor protagonismo causando una reacción inmediata de organismo de derechos humanos, organizaciones políticas y sociales. Martínez también negó que exista un proyecto para modificar lal leyes de defensa y de seguridad interior.

En tanto, analistas denuncian que el gobierno, el Grupo Clarín y otros medios están instalando el discurso del miedo, mediante una campaña que intenta imponer la idea de que Argentina puede ser blanco del terrorismo y señalan que se prepara el terreno para la llegada de tropas y fuerzas de inteligencia extrajeras.

Esto ya quedó establecido cuando se firmó el acuerdo de Seguridad entre Argentina y Estados Unidos, durante la visita aquí del presidente de Estados Unidos Barack Obama, en abril pasado.

Todo indica que se prepara un escenario, que permitirá no sólo la llegada de tropas extranjeras sino la instalación de por lo menos dos bases militares, que se están negociando, como lo han admitido funcionarios del Ministerio de Defensa, en el extremo sur del país y en el norte.

Encuentro de ministro de Justicia con genocidas

A esto se añaden las reuniones del ministro de Justicia, Germán Garavano, con defensores de los detenidos por los crímenes de lesa humanidad de la pasada dictadura militar (1976-1983) en dos ocasiones, la última el pasado 1 de julio en las que reclaman el final de los juicios y la libertad de los responsables de esos crímenes. En abril pasado recibió a Cecilia Pando, quien considera presos políticos a los militares juzgados y condenados por esos delitos”.

Garavano fue director académico del Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia, creado por un grupo de juristas en octubre de 1976, para enfrentar la campaña antiargentina, señala el portal La Izquierda Diario, del 1° de julio pasado.

El periodista Héctor Bernardo en el diario local Contexto recordó que las embajadas de Estados Unidos e Israel solicitaron nombrar a Patricia Bullrich como ministra de Seguridad, “y también las autoridades de la provincia de Buenos Aires admitieron que consultaron a diplomáticos estadunidenses, para nombrar al jefe de policía comisario mayor Pablo Bressi vinculado a la oficina antidrogas (DEA) de Estados Unidos.

Bullrich declaró la emergencia en seguridad, al asumir su cargo en diciembre pasado, y viajó a Estados Unidos para reunirse con la DEA y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), acordando la reinstalación de sus oficinas en Argentina y preparó las reuniones del Ministerio de Defensa con sus pares del Pentágono.

Asimismo Bullrich, la embajada de Israel y empresas de seguridad de ese país convocaron a un seminario sobre combate contra el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado en mayo pasado dentro de un proyecto de establecer una alianza estratégica con Israel y realizar negocios con el tema de la seguridad, señala Contexto.

A todo esto “se suma el discurso del grupo oficialista Clarín, respaldando a Bullrich, que el 23 de julio, publicó un artículo titulado El Gobierno analiza las posibles amenazas terroristas a la Argentina con un subtítulo que decía: El ISIS (Estado Islámico) en América Latina, y cuyas supuestas fuentes (de existir realmente) serían dos personas que, según el autor en el artículo, no pueden dar sus nombres.

Este tipo de acciones y gestos de Bullrich tienen un doble sentido. Por un lado, azuzan lo del terrorismo y el narcotráfico como dos grandes fantasmas, pero su verdadera intención es ir preparando el terreno para desplegar en Argentina fuerzas de inteligencia, en una primera etapa, y de seguridad, en una segunda. Fuerzas vinculadas a Israel y a Estados Unidos. También preparan el terreno represivo cuando la ebullición que hoy se nota en la base popular pase a acciones de protesta más concretas, como cortes de ruta, cortes de puentes, refiere Oscar Laborde, director del Instituto de Estudios de América Latina de la Central de Trabajadores Argentinos.