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Temen 9 familias que las lluvias acaben de colapsar sus viviendas

Paredes, techos y pisos cuarteados son el común denominador en Bahía de Perula 14

Autoridades las declararon inhabitables

Confían en que el Invi expropie predio

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La antigüedad de las viviendas, la falta de mantenimiento y las continuas lluvias han ocasionado severos daños en techos, muros y pisos de las viviendas que se localizan en Bahía de Perula 14, en la colonia Verónica Anzures, delegación Miguel HidalgoFoto Raúl Llanos Samaniego
 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de agosto de 2016, p. 37

Hacinados en reducidos espacios de cuatro por cuatro metros, nueve familias viven con el continuo temor de que las lluvias hagan colapsar sus vetustas viviendas.

El común denominador de las pequeñas casas es el mismo: paredes y pisos cuarteados, muros enmohecidos, goteras, penetrante olor a humedad y ladrillos expuestos por doquier.

Ese panorama no es exclusivo de sus hogares, sino de todos los rincones de la vecindad que se localiza en Bahía de Perula 14, en la colonia Verónica Anzures, de la delegación Miguel Hidalgo. La fachada color café de este domicilio es reflejo de lo que adentro se ve, pues dos largas fracturas la cruzan horizontalmente.

Ya en el pasillo se comprueba el deterioro de este lugar. En el techo, los polines de madera carcomida pareciera que en cualquier momento se van a desplomar, y en el piso, las coladeras o los pedazos de concreto salido hacen difícil el andar.

Édgar Odín Guzmán ocupa desde hace 36 años la casa marcada con el número 7; a un costado tiene varias cubetas apiladas y sabe que cuando las lluvias están por llegar debe colocarlas en el espacio que lo mismo es sala que comedor o cocina, y evitar que las goteras encharquen su domicilio.

Las cajas y maletas que tiene amontonadas esconden las grietas en las paredes, algunas de las cuales se han ido abriendo cada vez más.

Su vecina María Concepción Andrade Estrada no lo pasa mejor. Hace cinco años llegó a la vivienda marcada con el número 4, y el plafón lucía nuevo, pero con el tiempo se ha ido desprendiendo hasta mostrar el deterioro de las vigas.

No sólo eso, la lluvia se mete por todos lados, por el techo, por las grietas, baja por la pared y hace un charcote abajo de la mesa... la verdad es que cuando llueve estamos con el temor de que se nos caiga un tabique o un pedazo de techo o algo que se desgaje.

Tanto Édgar como María Concepción coinciden en que autoridades de la delegación Miguel Hidalgo y de la Secretaría de Protección Civilya han ido a inspeccionar sus viviendas, y ambas les han dicho que sus casas son de alto riesgo y son ya inhabitables, pero también concuerdan que no tienen adónde ir.

Por eso están a la espera de que el Instituto de Vivienda (Invi) de esta ciudad responda a su petición de que sea expropiada la vecindad y sean beneficiados con créditos que les permitan construir casas no sólo más seguras, sino también dignas.

Carmen Guzmán, dirigente del Colectivo Rosario Castellanos, asegura que se presentaron formalmente los documentos que les pide el Invi para que se lleve a cabo la expropiación y hace votos por que se pueda acelerar el trámite y las nueve familias de Bahía de Perula puedan evitar una situación grave en el espacio que aún es su hogar.