Dirigentes de partidos políticos, diputados locales y comerciantes establecidos pidieron ayer a las autoridades capitalinas que redoblen los esfuerzos y garanticen mejores condiciones de seguridad y atiendan el llamado ciudadano expresado cada vez más en mantas en las que amenazan con agredir a los delincuentes que capturen in fraganti.

Entrevistados por separado, líderes y legisladores de los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Revolucionario Institucional, así como dueños de establecimientos del Centro Histórico coincidieron, con sus matices, en que la gente ya está harta de los robos, asaltos y agresiones que enfrentan a diario.

Enrique Vargas, secretario general del sol azteca local, dijo: Es fundamental dar mayor tranquilidad a todos los capitalinos, y para ello hay que rediseñar la estrategia de seguridad. Añadió que si bien la Ciudad de México es de las más seguras del país, tampoco se puede pasar por alto la incidencia delictiva, que en algunos casos ha llevado a la población a colocar mantas en sus casas y calles mandando mensajes claros a los delincuentes.

Mauricio Tabe, líder del blanquiazul en esta capital, comentó que la indignación de la gente y su desconfianza hacia la policía es tal que los lleva a colocar mantas de advertencia, y ven en la justicia por propia mano la alternativa a la omisión o ineficacia, de ahí que la sociedad siente la necesidad de organizarse para autodefenderse, como ocurrió el pasado sábado en la colonia San Bartolo Ameyalco, en la delegación Álvaro Obregón, donde estuvieron a punto de linchar a un presunto ladrón.

Al respecto, el coordinador del tricolor en la Asamblea Legislativa, Israel Betanzos, se manifestó en favor de la presencia de efectivos del Ejército Mexicano en zonas de alta incidencia delictiva, lo que complementaría los programas instrumentados por autoridades capitalinas para garantizar a los ciudadanos plena seguridad. Asimismo, planteó evaluar programas que en materia de seguridad pública no han funcionado o que han sido rebasados.

Comerciantes de la calle de Manuel Doblado, quienes pidieron el anonimato –pues estamos amenazados–, dijeron que a diario son víctimas de la delincuencia y de los líderes de ambulantes, quienes les cobran 2 mil 400 pesos semanales, ya que de negarse podrían sufrir robos o bloqueos a sus negocios.