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Un poco más sobre la contaminación atmosférica
E

l máximo responsable de los asuntos ambientales del país, Rafael Pacchiano, reveló la semana pasada la principal causa de la contaminación atmosférica que afecta la salud de más de 20 millones de personas en la Ciudad de México y las entidades vecinas. Muy simple: desde el 1º de julio, al entrar en vigor la nueva Norma Emergente de Verificación 167, más de un millón de automóviles no obtuvieron el holograma cero para circular a diario. Se refiere sólo a los de calcomanía amarilla. Serán muchísimo más al terminar, en diciembre, la revisión del resto de colores y vehículos. En total, 5.5 millones. Las cifras de rechazo, dice Pacchiano, concuerdan con lo que la autoridad federal sospechaba: que miles de automóviles no pasaban los límites establecidos para la generación de contaminantes. Y promete que el año próximo, cuando tengamos un parque vehicular reducido, se verá una mejoría. Pero, advierte, no será de la noche a la mañana, pues lo que estamos haciendo es recuperar el tiempo perdido, porque la política en materia de calidad del aire se abandonó durante mucho tiempo.

En un texto que publica en el número de agosto la revista Este País, el funcionario amplía su visión del problema y cómo en este sexenio las cosas se están haciendo, finalmente, bien. Afirma que, pese a los logros de los últimos 40 años, todavía es largo el camino por recorrer. Destaca que a la comisión ambiental metropolitana (Came) se sumaron las secretarías de Salud, de Comunicaciones y Transportes y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Mientras la de Hacienda y Crédito Público moviliza miles de millones de pesos para los proyectos de infraestructura de transporte, la expansión de la red de monitoreo ambiental y epidemiológico.

¿Será verdad que la contaminación del aire en la megaurbe se debe a lo que se dejó de hacer durante mucho tiempo? En ese mismo número de Este País, Martha Delgado, responsable en la administración de Marcelo Ebrard de los asuntos ambientales de la CDMX, baja a Pacchiano de la nube donde anda y detalla los errores cometidos en torno a las contingencias ambientales decretadas este año. La ex funcionaria defiende el trabajo que hizo. Cabe recordar que militó en el Partido Verde, dirigió grupos ecologistas, trabajó al lado de Gabriel Quadri en el Instituto Nacional de Ecología en el sexenio de Ernesto Zedillo y fue diputada a la Asamblea de la capital del país. Para Delgado, medidas desafortunadas dieron al traste con los avances obtenidos en la materia y que tuvieron reconocimiento internacional. Destaca el consenso entre la Ciudad de México, la instancia federal y los estados de México e Hidalgo. Y que las medidas adoptadas cuando era funcionaria descansaron en diagnósticos cientificos y tecnológicos de instituciones nacionales e internacionales de primer nivel. Un esfuerzo que, aclara, comenzó en 1990 y permitió reducir los niveles de ozono, aumentar los días con buena calidad del aire y disminuir gradualmente las partículas PM10 y PM2.5, muy dañinas para la salud. Delgado asegura que toda la experiencia acumulada en décadas se concretó en el Proaire 2011-2020, en el que había poco que inventar pero muchísimo que implementar por las autoridades que asumieron sus cargos en 2012.

Sin embargo, afirma, el Proaire 2011-2020 fue desechado, lo que abrió el camino para tomar decisiones equivocadas y muy costosas para la ciudad y sus habitantes. Además, la nueva comisión ambiental (Came), creada en 2013, intenta abarcar mucho y se entregó a personal sin experiencia política ni técnica, que ignoró los conocimientos obtenidos en la materia e impone medidas que en vez de mejorar la calidad del aire, lo complican y le crean problemas a la gente.

Bien que los funcionarios anteriores y actuales defiendan lo que hicieron y hacen. Cuestionen. Pero lo urgente es tomar las medidas más adecuadas y posibles para resolver un problema que afecta a millones. Medidas que cuenten con el respaldo técnico de las instituciones y expertos más calificados en la materia, además de la sociedad. Una tarea en la que, como muestra la realidad, han fallado las instancias gubernamentales, políticas y legislativas.

Para Vicente Rojo y familia