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Testimonios a favor y en contra de Rousseff, al empezar el juicio político en la cámara alta

Comienza el día de la vergüenza nacional, dice Lula en la apertura del impeachment

El presidente del STF apremia a senadores a dejar de lado posturas ideológicas y personales

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En la sesión que marcó ayer la apertura del juicio contra Dilma Rousseff en el Senado brasileño, José Eduardo Cardozo, abogado de la presidenta suspendida (a la izquierda), Ricardo Lewandowski, presidente del Supremo Tribunal Federal, quien supervisará el proceso (al centro), y los senadores Ronaldo Caiado y Raimundo LiraFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de agosto de 2016, p. 28

Río de Janeiro.

Ricardo Lewandowski, presidente del Supremo Tribunal Federal, dio apertura este jueves al juicio contra la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que podría concluir con su destitución y la salida de la izquierda del poder en el país más grande de América Latina.

De inmediato, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva declaró: comienza el día de la vergüenza nacional, el día que senadores comienzan a rasgar la Constitución y el día que comienza el castigo a una inocente.

Los senadores ahora se embarcan en la más sombría de sus labores, señaló Lewandowski, quien supervisará el juicio. Para juzgar a la presidenta deben actuar con la mayor imparcialidad, considerando solamente los hechos presentados y la ley. Desde este momento, añadió, se transformarán en jueces y deben dejar de lado posiciones ideológicas, partidarias y personales.

Rousseff, la primera mujer en gobernar Brasil, está acusada de haber practicado maniobras contables conocidas como pedaleo fiscal con el fin de ocultar el déficit público del país, así como de habilitar por decreto la apertura de líneas de crédito complementarias sin autorización del Congreso, durante 2014, año de su relección, y principios de 2015.

Los impulsores del impeachment acusan a la mandataria de crímenes de responsabilidad y de haber violado la Constitución. Sus simpatizantes sostienen que otros gobiernos también recurrieron al pedaleo fiscal y por ello ven en este juicio político una excusa para derribar de manera ilegítima un gobierno que salió de las urnas en 2014 con 54 millones de votos.

La primera jornada de esta última fase del impeachment estuvo dedicada a la presentación de testimonios a favor y en contra de la presidenta, algo que podría prolongarse hasta el sábado. El lunes Rousseff comparecerá ante la cámara alta para defenderse en un proceso celebrado igual que un juicio convencional ante un tribunal. Luego arrancará una maratónica sesión en la que cada legislador debe intervenir para explicar el sentido de su voto.

Según las últimas estimaciones, la decisión sobre el destino de Rousseff podría tomarse en la madrugada del martes 30, y con el Senado en su contra, el resultado apunta desde ya a una clara derrota para la mandataria en la votación final, con lo que terminaría la saga de más de 13 años del Partido de los Trabajadores (PT) en el gobierno.

Para la destitución de Rousseff serán necesarios los votos de 54 de los 81 senadores, la mitad de los cuales son señalados o investigados por corrupción. Si es removida, quedará impedida, además, de ejercer la función pública por un periodo de ocho años y su mandato presidencial, que concluye hasta 2018, lo completará el ex vicepresidente y ahora presidente interino, Michel Temer, quien este jueves aseguró que el impeachment es algo natural de la democracia.

Antes del inicio de la etapa final del juicio, las autoridades colocaron barreras para contener a los manifestantes afuera del Congreso, si bien acudieron pocos seguidores de Rousseff.

Para Lula da Silva, Dilma sólo cometió el crimen de ser honesta. Obviamente pudo haber cometido errores, pero ¿quién no comete errores? Hasta (el presidente estadunidense Barack) Obama, todos ellos, indicó durante un acto en Niteroi, ciudad vecina de Río de Janeiro.

No están acabando con Dilma, están acabando con el voto que le dieron en octubre de 2014... Siento vergüenza al ver que el Senado, que debería estar debatiendo los intereses del pueblo y los trabajadores, está discutiendo la condena de una inocente, apuntó.

Sobre Temer, sólo quiero que sepa que sería digno que él, como abogado constitucionalista, dijera que no acepta llegar a la presidencia por la vía de un golpe y que disputará la elección en 2018 para saber si resulta electo por el voto directo del pueblo brasileño.