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Nula información e injerencia de partidos, entre las causas, señala

Ignoran 80% de capitalinos qué es el gasto participativo: Gómez-Tagle
 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de septiembre de 2016, p. 34

Cerca de 80 por ciento de los capitalinos no sabe en qué consiste el presupuesto participativo, a pesar de que en los cinco años anteriores se ha realizado ese ejercicico ciudadano, afirmó Silvia Gómez-Tagle, investigadora del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex).

Al presentar un informe evaluatorio sobre la dictaminación de proyectos del presupuesto participativo en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), consideró que ese desconocimiento se explica, entre otros factores, por la falta de promoción institucional, la nula información a los habitantes y la participación mayoritaria de gente vinculada a partidos políticos.

Preocupa el hecho de que casi 80 por ciento de los capitalinos ni siquiera conoce de qué se trata el presupuesto participativo; esto, después de cinco años de asignar cantidades importantes a ese ejercicicio, que ascienden a unos 800 millones de pesos anuales para ser repartidos entre más de mil 200 colonias de la ciudad, resaltó.

Esa situación –dijo Gómez-Tagle, integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)– nos motiva a reflexionar sobre qué está pasando en este terreno.

Detalló que a pesar de que la Ley de Participación Ciudadana establece la prohibición a los partidos políticos para que intervengan en cualquier proceso del presupuesto participativo, al final de cuentas sí lo hacen por medio de sus redes políticas, porque son los que incentivan la participación de la gente, al estar desatendida esta última parte por las autoridades locales.

Tal situación, explicó, refleja un problema de diseño que habría que resolver a profundidad; lo que es un hecho es que no se ha logrado evitar que los partidos y los delegados políticos usen ese presupuesto en forma clientelar o para subsanar sus deficiencias presupuestales con un recurso que finalmente no pasa por la Auditoría Superior de la Ciudad de México. Es un presupuesto no etiquetado que para los delegados es importantísimo, aunque sea 3 por ciento.