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Encuentro en Los Pinos

Sólo miembros del PRI salieron en defensa del jefe del Poder Ejecutivo

Condena unánime de opositores a EPN
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Cientos de representantes de los medios de comunicación esperan para ingresar al salón Adolfo López Mateos, donde se realizó la conferencia conjunta que ofrecieron Enrique Peña Nieto y Donald TrumpFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de septiembre de 2016, p. 7

Entre fuertes descalificaciones de los partidos y legisladores de oposición a la invitación que el presidente, Enrique Peña Nieto, extendió al polémico candidato republicano, Donald Trump, sólo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y funcionarios del gabinete defendieron la convocatoria a Los Pinos. Un jefe de Estado tiene responsabilidad de cuidar cualquier mapa de riesgos que el país enfrente, con los mejores instrumentos. El mejor instrumento que tiene el presidente es el diálogo, sostuvo el secretario de Desarrollo Social y ex canciller, José Antonio Meade.

Sin embargo, desde la oposición, tan sólo los matices diferenciaron la condena unánime a la actuación presidencial: ¿En qué cabeza cabe invitar a Donald Trump? Los mexicanos tenemos memoria y dignidad, apuntó el líder panista, Ricardo Anaya, quien recordó que el magnate se ha posicionado no sólo como un peligro para México, sino para el mundo por sus ideas racistas y discriminatorias, con las que amenaza el diálogo y la paz.

Para la perredista Alejandra Barrales la iniciativa presidencial de invitar a Los Pinos a Trump es un desatino, pues es oxígeno para un personaje que está teniendo poco eco en su país, y cuestionó que la nación a la que está agraviando le dé esa bocanada de oxígeno. Dijo que fue una mala señal que se le abriera la puerta a quien se ha dedicado a agredir a los mexicanos.

Por separado, tanto en redes sociales como en diversas entrevistas a medios electrónicos, los ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox no guardaron las formas políticas y también condenaron el encuentro entre Peña Nieto y Donald Trump. Este acto fue completamente innecesario e inconveniente, sostuvo Calderón, mientras Fox expresó: “¡No lo creo!, el Presidente de México recibiendo a Trump, candidato perdedor… espero que ningún hispano se trague el engaño de Trump, es un enemigo de los latinos”.

En su cuenta de Twitter, Andrés Manuel López Obrador, dirigente de Morena, consideró que EPN (Enrique Peña Nieto) está convertido, hasta por sus otroras apoyadores, en el payaso de las cachetadas. Se lo merece, pero acaso Fox y Calderón son distintos.

Margarita Zavala, aspirante a la candidatura presidencial del blanquiazul –y quien ha tenido un trato deferente de la aspirante demócrata, Hillary Clinton–, también lamentó la invitación a Trump. Sepa que no es bienvenido. Los mexicanos tenemos dignidad y repudiamos su discurso de odio.

Desde el Congreso los legisladores también descalificaron abiertamente la invitación presidencial a Trump. Miguel Barbosa, coordinador del sol azteca en el Senado, estimó que con ello Peña Nieto falta a la solidaridad con el sentir de la ciudadanía. Qué falta de dignidad ante quien ha agraviado como nadie a México. Ahora resulta que es adecuado dialogar con los enemigos del país, destacó. Gabriela Cuevas, del blanquiazul, calificó de indignante que el jefe del Ejecutivo haya invitado al republicano, quien ha insultado una y otra vez a los mexicanos. Consideró que esto implicará rescatar a alguien que empieza a agonizar en las encuestas.

Entre las voces oficialistas que salieron a la defensa del presidente estuvo el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Humberto Roque Villanueva, quien justificó el encuentro: Sí, ha hecho expresiones que son francamente atentatorias contra nuestra dignidad, pero no podemos negar que es el candidato de uno de los partidos más fuertes que tiene Estados Unidos.

En el Senado, el coordinador de los priístas, Emilio Gamboa, salió a la defensa de la actuación presidencial, pues el Presidente está obligado a dialogar, a tener una relación sería y respetuosa con estos dos personajes, ya que uno de ellos será jefe del Estado más poderoso del mundo, con el cual hay una histórica y buena relación.