Opinión
Ver día anteriorViernes 9 de septiembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Huracán abre caminos
E

l dolor –vida muerte– del pueblo se esconde en el interior de un espacio inasible, sólo flotar en vacío, sin tocarlo, rodeado de fantasmas que traspasan memorias, percepciones, llantos en silencio, violan sentimientos en conmoción, acarician recuerdos, voces decibles, melodiosas, rítmicas que lo que tocan sin tocar.

Qué bonito el son del ídolo al flotar cargado de influencias. Cantos reproducidos en rápidas evoluciones, escondidos entre nubes, dando a la tristeza poder y magia, misterio y fantasía, adivinanza de intimidad. Hermosos espacios que desaparecen, vuelven. Sonidos y voces ritmos y melodías internas.

Imaginación desbordada del cantante que giraba en curvas del cielo. Huellas mentales cada vez más fuertes, ecos del pasado, colores que eran alucinaciones, dibujados caleidoscopios. En-cantador que tenía una muerte en cada giro de la voz. Volar, ausencia, vuelta y llanto. Sangre ardiente, sonido negro más intenso y penetrante hasta difuminarse. Fuerza mágica, inasible, camino de imágenes y recuerdos. Vibras que conectan hoy, conectaban con el pueblo y transmitían un ser besado sin besar, amado sin amar.

Los cantos se volvían vagos, casi imperceptibles, veneno de ansia lánguida. Candela solar del mediodía en Bellas Artes al roce de piel y bajar de pestañas. A ciegas apareció el héroe popular. Comunión en que juegan el sol y la sombra, vueltos solsombra, perdidos en algún espacio. Renovado sueño de dimensión diferente, profundidad que se va, se fue...

Está fuera de mi alcance entender esta desbordada aclamación del México sufrido que atrae, abre paso a lo interno. Me toma por el ramal, desamparado. Placer de muerte, delicado, tenue, inexplicable, orgásmico. Dolor insoportable que llamamos amor –vida muerte–, y el cuerpo humano no puede asumir. Tristeza –¡angustia!– escondida en espacio –no lugar–, inasible, inefable que no puedo sujetar y nos torna culpables. Duelo que cubrió la ignominia de nuestros gobernantes al hacerse JuanGa eco con el pueblo que vibro con su muerte-vida.