Opinión
Ver día anteriorViernes 9 de septiembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Penultimátum

Los Douglas, historia de drogas y cárcel

H

ace siete años, Cameron Douglas, uno de los hijos de Michael Douglas, ganador de dos premios Óscar, fue arrestado en el lujoso hotel Gansevoort de Nueva York por posesión y tráfico de metanfetaminas. La Dirección de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) dijo entonces que al detenerlo llevaba más de kilo y medio de la más pura. Y que era el intermediario encargado de llevarla de Los Ángeles a Nueva York.

No era la primera vez que Cameron tenía problemas con la ley por posesión, consumo o tráfico de drogas. Desde muy joven se hizo adicto; en 2007 fue detenido en Santa Bárbara, California, por tener en su vehículo una botella de cocaína líquida y una jeringa; ocho años antes fue sorprendido por la policía cuando compraba cocaína a un traficante. Entonces trabajaba de diyéi en Nueva York.

Nada valieron las peticiones de su abuelo, el legendario Richard, ni las de su padre, para que Cameron estuviera el menor tiempo posible en prisión a cambio de internarlo en una clínica especializada en tratar adicciones. Fue condenado a cuatro años y medio de prisión por consumo y tráfico de drogas, a los que se sumaron otros cinco por contrabando de heroína y narcóticos dentro de la cárcel. En 2013 las autoridades del penal de Maryland, donde cumplía su sentencia, lo pusieron durante dos años en celda de aislamiento tras dar positivo en uno de los análisis de drogas que realizan las autoridades carcelarias por sorpresa. En prisión, además, sufrió una rotura de fémur. Se supo entonces que se la ocasionaron los narcotraficantes que le suministraban droga y a los que denunció en 2009 en un intento de reducir su condena.

Ahora el nieto e hijo de reconocidos actores está en libertad anticipada gracias a que, luego de salir del largo régimen de aislamiento, logró con ayuda de especialistas superar su adicción y observar buena conducta. Durante el tiempo que estuvo preso su padre le brindó todo su apoyo, además de criticar severamente el inhumano régimen carcelario de Estados Unidos, en especial el de aislamiento, al que calificó de cruel e innecesario. Igualmente ha expresado su repudio a la forma en que las autoridades de su país tratan en prisión a los trabajadores indocumentados, especialmente a los que provienen de México. Junto con su legendario padre (que luchó contra el macarthysmo que se apoderó de Hollywood a mediados del siglo pasado y brindó protección a varios de los perseguidos, como Dalton Trumbo), Michael es un férreo defensor de los derechos civiles y militante contra la discriminación racial o religiosa. Cameron tiene ya 37 años. Dedica ahora todo su tiempo, al lado de su familia, a terminar un libro donde contará su experiencia con las drogas y en prisión. Se espera que esté a la venta en febrero próximo.