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Padres rechazaron apoyar protesta de docentes en el Istmo

Alumnos reciben clases en aula de lámina
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 10 de septiembre de 2016, p. 27

Tehuantepec, Oax.

El 70 por ciento de estudiantes de la escuela primaria 22 de Marzo –equivalente a 360 niños de primero a sexto grados–, ubicada en Santo Domingo Tehuantepec, reciben clases en una galera de lámina de 200 metros cuadrados desde el pasado jueves. Los padres decidieron enviar ahí a sus hijos debido a conatos de violencia que, aseguran, ha provocado la sección 22 del magisterio oaxaqueño en la disputa por controlar el plantel educativo.

Los padres adaptaron el espacio con sillas y mesas entregadas por comuneros del barrio de Santa María Tagolaba, algunos de ellos también paterfamilias, quienes pidieron una solución a las autoridades educativas, porque, dijeron, los únicos afectados son los menores.

El conflicto surgió porque la directora María del Carmen López Ruiz, nueve profesores y dos trabajadores de apoyo dieron clases y no participaron en la serie de manifestaciones que encabezó la sección 22 desde mayo para pedir la abrogación de la reforma educativa.

En el plantel oficial, desde el jueves también hay clases, ahí va el otro 30 por ciento que suman 230 estudiantes, 10 profesores, ocho de grupo y dos de educación física, y está resguardada por trabajadores de apoyo del sector Salina Cruz de la sección 22.

En tanto, en el salón comunal donde no hay divisiones por grupo, los estudiantes están distribuidos y no se distraen; los tractores de los campesinos cargan los pizarrones. También recibieron sus libros de textos gratuitos.

López Ruiz explicó que la molestia de la sección 22 es porque no se apoyó la lucha magisterial; sin embargo, dijo que ella responde a lo que le digan los padres de familia. “Nos pidieron dar clases, se decidió en una asamblea, y ahora nos llaman charros y traidores’”.

La directora asumió el costo de la renta de algunas mesas y sillas, que asciende a mil pesos, con la única condición de que las niñas y niños estén cómodos en los espacios asignados.

Mientras una profesora lee con sus alumnos las lecciones del día, otra realiza operaciones matemáticas y un profesor cuenta un cuento.