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Negocios y Empresas

Fraude de viviendas en remate

U

no de los grandes fraudes que se presentan sin que las autoridades hagan algo para resolverlos son los remates hipotecarios. Con el gancho de que la propiedad se encuentra a un precio de descuento, los demandantes de vivienda caen en manos de intermediarios que cobran por adelantado cientos de miles de pesos por una simple promesa de venta.

Una firma que destaca por sus malos manejos es Uptown Inversiones Hipotecarias, dirigida por Coral Quintero, quien señala que vende entre 80 y 100 garantías y adquiere cartera de 100 a 120 inmuebles anuales de Santander, Scotiabank, Banorte y Bancomer. Por supuesto, no es culpa de los bancos que se utilicen en forma inadecuada estos inmuebles, pero los intermediarios citan a los bancos como referencia para mostrar su supuesta solvencia moral.

Cuando un cliente se acerca a estas instituciones le venden un sueño y no una propiedad. Le cobran por adelantado, le hacen firmar papeles donde la empresa se deslinda de responsabilidades, y no se comprometen a entregar el bien en una fecha determinada.

Para colmo de males, Uptown no entrega facturas por los millones de pesos que recibe de sus clientes, evadiendo los impuestos correspondientes. Este es uno de los elementos que estudian los clientes defraudados que comienzan a organizarse para presentar una demanda colectiva contra esta empresa.

Un caso de fraude de Uptown es contra el señor Ruiz de Chávez, quien el 29 de junio de 2012, ya hace más de cuatro años, pagó y firmó un contrato con esta empresa. Inicialmente le dijeron que el proceso duraría de seis meses a un año, después aseguraron que pronto se resolvería, a los dos años ya ni las llamadas le tomaban y hasta el momento le dicen que el bien en cuestión se encuentra en el mismo estatus de hace cuatro años.

A diferencia de los bancos que llevan a cabo los procesos directamente hasta asegurar que el comprador obtenga el inmueble ofrecido, los intermediarios en los remates no ofrecen garantía alguna y no existe una regulación adecuada para que los defraudados obtengan lo que les prometieron.

Por lo pronto, si usted quiere comprar un bien inmueble, no recurra a intermediarios que venden viviendas en remate, porque lo más probable es que perderá su dinero.