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PSOE, el gran perdedor en ambas comunidades; Ciudadanos no tendrá representación

Comicios autonómicos: el PNV gana en el País Vasco y el PP se lleva Galicia
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Iñigo Urkullu, del PNV, fue relecto presidente del gobierno vasco, tras ganar ayer las elecciones regionales, aunque tendrá que negociar con otros partidos para formar gobierno. A la derecha, Alberto Núñez Feijoo, quien también se religió tras ganar el PP la mayoría absoluta del Parlamento en GaliciaFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 26 de septiembre de 2016, p. 27

Madrid.

En las elecciones autonómicas celebradas este domingo en el País Vasco y Galicia se confirmó la continuidad en ambas regiones: en Euskadi se impuso el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y en la segunda región ganó el derechista Partido Popular (PP). El gran perdedor en ambas comunidades fue el Partido Socialista Obrero Español, cuyo caudal electoral fue golpeado por el emergente Podemos.

Ciudadanos, conservador, también emergente, cosechó su peor resultado desde que irrumpió en la política a nivel nacional hace un año, al no lograr ninguna representación en las dos comunidades.

Los datos definitivos en el País Vasco arrojaron una distribución del Parlamento en la que el PNV será la fuerza mayoritaria, con 29 diputados, pero deberá negociar con otras formaciones para integrar gobierno; la coalición independentista EH-Bildu, con 17, es la segunda fuerza, muy por delante del emergente Podemos, que obtuvo 11; el Partido Socialista de Euskadi (PSE, rama del PSOE en el País Vasco) se derrumbó y únicamente logró nueve escaños, siete menos que en 2012, y por último, el PP, que también logró nueve diputados, uno menos que en los anteriores comicios. La participación, de 62 por ciento, fue de las más bajas en la historia; nueve puntos menos que en 2012.

El próximo presidente del gobierno vasco será, de nuevo, el nacionalista moderado Iñigo Urkullu, quien tendrá tres opciones para sacar adelante su investidura: buscar una alianza con las fuerzas independentistas, EH-Bildu; buscar alguna alianza con Podemos o con las fuerzas españolistas, PP y PSE, que confirmó la pérdida de votos y el debilitamiento de las formaciones de Madrid, o gobernar en minoría con apoyos puntuales del resto de las formaciones.

Se abren semanas de diálogo político y búsqueda de acuerdos para sacar adelante los importantes compromisos que tiene por delante Euskadi. Necesitamos un nuevo acuerdo en el marco de la plurinacionalidad que garantice nuestra condición de nación, señaló Urkullu ante sus seguidores, que lo vitorearon y aplaudieron cuando se comprometió, de nuevo, a luchar por más autogobierno y firmar un nuevo pacto con el Estado desde la bilateralidad con garantías, de igual a igual, pues Euskadi mira al futuro y mira a Europa.

Con gritos de independencia y consignas reivindicativas a favor de los presos vascos compareció ante sus simpatizantes Arnaldo Otegi, quien a pesar de que su candidatura fue anulada por la Junta Electoral Central a petición del gobierno español, del derechista Mariano Rajoy, fue el principal estandarte de la coalición independentista. A su salida de prisión, el pasado 1º de marzo, Otegi anunció que estaría al frente de una nueva etapa en la izquierda independentista vasca, que se iniciaba precisamente en estos comicios autonómicos, en los que las encuestas les vaticiaban una caída estrepitosa que no ocurrió.

Las primeras palabras de Otegi fueron de agradecimiento a todos los que han firmado la inhabilitación de mi candidatura, y lanzó una advertencia: Hace dos o tres meses el sueño de algunos era que desapareciera la izquierda independentista en este pueblo, pero miren ahora, somos la segunda fuerza. Por tanto, la alternativa de este pueblo es el independentismo de la izquierda. A todos aquellos que en Madrid soñaban con el entierro de la izquierda independentista, les digo que este es nuestro techo para abajo, que el asalto a los cielos inicia el día de hoy, señaló.

Mayoría absoluta para la derecha

En Galicia el PP volvió a ganar con mayoría absoluta al obtener 41 diputados de un Parlamento de 75 escaños. Esto significa que el presidente del gobierno gallego para los próximo cuatro años volverá a ser Alberto Núñez Feijoo, quien además tiene ascendiente con el mandatario español, Rajoy, y figura entre los posibles candidatos a sucederle en el liderazgo nacional del PP.

La coalición En Marea –integrada por varias formaciones nacionalistas, además de Izquierda Unida y Podemos– logró 14 escaños, los mismos que el PSOE, que perdió cuatro escaños. La tercera plaza fue para el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que obtuvo seis diputados, mientras el derechista Ciudadanos se quedó sin representación parlamentaria.

A partir de ahora se espera que se intensifiquen los contactos de los partidos nacionales, de cara a la firma de un acuerdo de gobierno a nivel nacional que, según analistas y líderes políticos, estaba en parte paralizado por las citas electorales del País Vasco y Galicia. El gran derrotado de la noche, el PSOE, será el protagonista de las maniobras, sobre todo su secretario general, Pedro Sánchez, quien intenta contra viento y marea llegar a un acuerdo para desalojar del poder al PP.