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Moscú califica las cifras de poco fiables

Bombardeos rusos en Siria dejan más de 9 mil muertos en un año: ONG
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de octubre de 2016, p. 21

Beirut.

Los bombardeos rusos en apoyo al presidente de Siria Bashar al Assad, contra bastiones de la oposición, causaron la muerte de más de 9 mil 300 personas desde hace justo un año, cuando el gobierno de Moscú inició su intervención militar en el país árabe, cifras que Rusia consideró poco fiables, al insistir que sólo ataca objetivos terroristas.

De las 9 mil 364 víctimas, 3 mil 804 son civiles, entre ellos 906 niños; 2 mil 746 combatientes de la organización yihadista Estado Islámico, y 2 mil 814 milicianos de otros grupos rebeldes e islamitas, además de que unas 20 mil personas resultaron heridas, reportó este viernes el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (ODSH).

Rami Abdel Rahman, director del OSDH, explicó que el balance podría ser más elevado al considerar el número de fallecimientos por aviones no identificados.

Rusia inició los bombardeos aéreos hace exactamente un año, el 30 de septiembre de 2015, en varias zonas de Siria, entre ellas la capital, Damasco, y la asediada ciudad de Alepo.

Dimitri Peskov, vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, argumentó en Moscú que la intervención está justificada porque los extremistas no capturaron Damasco y apuntó que el gobierno no ha fijado una duración de la campaña.

Por su parte, Maria Zakharova, vocera del Ministerio del Exterior de Rusia, cuestionó que el OSDH –que tiene su sede en Londres, pero que cuenta una red de activistas e informantes en Siria– conozca realmente la situación actual en el país. Pueden especular todo lo que quieran, pero el objetivo es combatir el terrorismo internacional, dijo a la agencia TASS.

Tan sólo este viernes, el observatorio reportó el deceso de más de 20 civiles durante los intensos enfrentamientos entre el ejército sirio poyado por la aviación rusa, y rebeldes en Alepo y sus alrededores, algo que fue calificado como un baño de sangre por la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras.