Sociedad y Justicia
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Científicos de la UNAM encabezan el proyecto de 8 países

Buscan crear etanol con desperdicios
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de octubre de 2016, p. 29

La Facultad de Química de la UNAM encabeza el proyecto Babet-Real 5, cuya meta es obtener biocombustibles provenientes de fuentes renovables, informó el académico Eduardo Bárzana.

La iniciativa intercontinental intenta producir etanol de segunda generación basado en diferentes materias primas, a una escala industrial pequeña, y aplicable a un gran número de países y zonas rurales.

El coordinador del proyecto en México explicó que el etanol proveniente del maíz –llamado de primera generación– se ha utilizado durante décadas como combustible, pero esto ha generado críticas, pues se considera que los granos deberían destinarse sólo a la alimentación. De ahí surgió la idea de obtener la segunda generación de ese biocombustible, pero ahora a partir de desperdicios de la agroindustria, como los olotes, los desechos de la cebada o del agave azul (del que se obtiene el tequila). No obstante, desarrollar esos procesos y validarlos desde el punto de vista ambiental, energético y económico requiere mucha investigación, aclaró el también integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM.

En la industria del tequila se generan 10 kilos por cada litro de residuos del agave después de extraerle los jugos con los que se hace la fermentación. Este bagazo es desechado, carece de uso que le agregue valor e, inclusive, es un contaminante potencial del ambiente. La idea es aprovecharlo mediante su transformación en glucosa, y de ahí lograr una fermentación a etanol, comentó.

Después de ese primer proyecto se asociaron más instituciones: nueve educativas o de investigación, y siete empresas, hasta integrar a 35 expertos en diversas áreas provenientes de Francia, España, Argentina, Portugal, Alemania, Dinamarca, Uruguay y México.

Con Babet-Real 5 no se pretenden producir grandes cantidades de etanol, sino contar con instalaciones pequeñas, sobre todo en áreas rurales, de forma que la energía obtenida se utilice en la región en donde se genera para beneficio de las comunidades.