El número de homicidios dolosos ocurridos en el primer semestre de 2016 en la capital fue el más alto registrado en los pasados 16 años, de acuerdo con el estudio presentado por el Observatorio Ciudadano de la Ciudad de México (OCMX), que se basa en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la procuraduría capitalina.

En total, en este periodo se registraron 477 homicidios dolosos. Esta cifra representa una tasa de 5.06 averiguaciones previas o carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes, el registro más alto desde el primer semestre de 2000.

De estos delitos, 51.50 por ciento se cometieron con arma de fuego; el mayor número de casos ocurrió en la delegación Cuauhtémoc, seguida de Milpa Alta.

De acuerdo con la estadística sobre este delito en la Ciudad de México, en 2000 la tasa de homicidios dolosos fue de 3.88, pero desde el segundo semestre de 2013 este número creció y a partir de abril del año pasado tuvo su mayor repunte, informó la directora general del OCMX, Marcela Villalobos.

Es necesario no sólo desarrollar una estrategia de despistolización, sino otra robusta para la prevención social de la violencia, que fomente la cohesión social y la convivencia armónica, destacó una de las recomendaciones del estudio.

Según el informe del Observatorio Ciudadano, los delitos que también presentaron un incremento durante los primeros seis meses del año fueron el robo a casa habitación y el secuestro.

La delegación Cuauhtémoc ocupa el primer lugar en el registro de carpetas de investigación y averiguaciones previas en cinco delitos: homicidio doloso, robos con violencia, a negocio y a transeúnte, así como en violación.

Mientras que Benito Juárez ocupa el primer lugar en secuestro, robos a vehículo y a casa habitación.

Un rubro que también presentó un incremento fueron los delitos sexuales, con 41.16 por ciento más con respecto al mismo semestre del año anterior. En promedio, cada mes se abrieron 155.8 carpetas de investigación por abuso, hostigamiento y estupro.

Los especialistas que elaboraron el informe expresaron su preocupación por la forma en que las autoridades capitalinas registran los delitos, ya que en muchos casos no se especifica la delegación en la que se cometieron.