Opinión
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Ciudad perdida

En la Constituyente, ni quien se acuerde de la ciudad

Catarsis y estrategia partidista

N

i quien se acordara de la Ciudad de México. En la sesión de ayer de la Asamblea Constituyente de esta capital, un todos contra todos convirtió la sala de plenos del antiguo Senado en una arena de lucha entre partidos, donde se dijo de todo, se habló de algunos y se sembró un caos que, en palabras del recién electo presidente de la mesa directiva, no se repetirá.

Pero lo de ayer fue una prueba, muy clara, de que si en el interior de la asamblea no se da dimensión exacta al trabajo de construir las leyes que regirán en la Ciudad de México, afuera seguramente nadie se preocupa por lo que ocurre con la carta de derechos y deberes que establecerá, eso sí, nuevas formas de convivencia para la ciudadanía.

Catarsis, llamó Alejandro Encinas al numerito, pero visto de cerca fue algo que ya se había previsto: una estrategia que pretende alargar, lo más que se pueda, cada una de las sesiones, de tal modo que concluir el trabajo de la constituyente sea casi imposible. Claro, se trata del PAN, ellos, muy poco votados en la ciudad ejercen su derecho a la venganza y buscarán bloquear acuerdos y alargar las plenarias, por eso propusieron que sea en el pleno donde se revise, artículo por artículo, todo lo que contiene el texto del proyecto que entregó el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, a la Constituyente.

Y ayer, que el acuerdo fue rápido y dejó más o menos satisfechos a todos, la táctica, como ensayo, les resultó. Provocaron una discusión que necesariamente tendría reacciones, respuestas. Gil Zuarth pidió un minuto de silencio por los policías muertos recientemente; con mucho respeto –a fin de cuentas eran vidas de mexicanos– la asamblea, casi en su conjunto, se puso de pie y quedó en silencio, pero fueron pocas las reacciones que recordaron, entre otras cosas, que el Ejército debe estar en sus cuarteles. Entonces, supo el panista que la provocación había causado efecto, y volvió a golpear.

Esta vez subió el tono y habló de los padres, de las madres de los militares caídos y hasta parecía dolido, pero otra vez la traicionera memoria lo cubrió de cinismo, y no le recordó que la sangrienta guerra que inició su partido, con Felipe Calderón a la cabeza, dejó, según el Inegi, un saldo de más de 121 mil muertos, que también tuvieron padres, y que apenas el lunes otros estudiantes normalistas fueron asesinados por las fuerzas del orden en Guerrero; eso no lo recordó porque para la provocación no faltan 43, sino que sobra, diría otro de los personajes de su partido, todo el pobrerio.

También en el PRI hizo aire, pero no vientos constituyentes. Enrique Jackson no podía dejar que hubiera otro, y salió a montar su propia provocación, quería que se le escuchara, que se le viera como enemigo claro y frontal de Morena o, para ser más claros, de Andrés Manuel López Obrador; por lo que también, sin que Monex le picara la memoria, habló del suceso electoral en Iztapalapa, que llevó a Clara Brugada a la jefatura delegacional. Total, en todo eso que nada tendrá que ver con la constitución de la Ciudad de México, se les fue el tiempo y también el espacio de Ciudad de Perdida. Será hasta el miércoles cuando veremos si terminada la catarsis la asamblea se propone trabajar por la capital.

De pasadita

Y por si queda duda de lo que hacen los panistas, ayer Arne Aus den Ruthen Haag destruyó una carpa en las afueras de la Secretaría de Movilidad, que servía para resguardar del sol y la lluvia a la gente que requiere servicios de la dependencia. La verdad, el señor fue a provocar y sólo logró que se le denunciara penalmente. Ni modo es ADN panista.

Por si todo esto fuera poco, en la casona de Xicoténcatl corre el rumor, cada vez más fuerte, de que el diputado constituyente, bombero de profesión, independiente como él se califica, puso como condición para figurar en las filas del grupo del PRD que se le cubrieran los gastos que hizo en su campaña, y que son, eso sí, una lanota. Dicen que lo mencionó delante de cuando menos tres personajes importantes. ¿Será?