15 de octubre de 2016     Número 109

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

mesa desarrollo

Producción y reproducción de la vida
desde la visión de los Nna´ncue:
Xochistlahuaca Guerrero

Omar Cruz (Tsa´ncue tsjoom Suljaa´)  [email protected]

Desde diversos espacios de la vida comunitaria en Xochistlahuaca Guerrero, Suljaa´ su (plano) ljaa´ (flor) llano de flores, así como desde algunas reflexiones personales puedo llegar a algunos juicios en torno a lo que se entiende por “desarrollo” desde la visión del pueblo Nna´ncue, y en oposición al pensamiento occidental dominante-moderno.

Me remito brevemente a la remembranza educativa de mi infancia, pues en ella puedo recordar muchas enseñanzas, que son vivencias y experiencias acumuladas por muchos años y que son saberes y conocimientos, heredados de manera oral por nuestros abuelos, y que al mismo tiempo van creándose como sistemas normativos propios para mediar la vida de la comunidad, de manera interna y externa. Aquí recuerdo también las enseñanzas y aprendizajes resguardados dentro de la familia, importantísimos para encaminar el presente y el futuro, desde la visión de cada miembro de la comunidad, que muchas veces se da en espacios rurales y urbanos generados por la migración.


FOTO: Santiago Flores

Por lo tanto, al ser Tsa´ncue oriundo de Suljaa´ (Xochistlahuaca), te involucras desde la niñez en procesos y enseñanzas que se dan en la comunidad; en el caso de los varones, comienzan con el trabajo agrícola, y en el caso de las mujeres, con el telar de cintura y las tareas domésticos. Para ambos casos se da en una lógica de subsistencia de los Nna´ncue, es necesario que se dé la complementariedad, es decir, ambas personas atienden distintos trabajos que permiten al núcleo familiar atender las necesidades de la casa e ir abonando a la parte cultural, y como pueblo, subsistir y persistir en tiempos de crisis y conflictos. Porque es de conocimiento de muchos que los pueblos indígenas en México, han permanecido en una eterna lucha para que el Estado mexicano apruebe constitucionalmente el derecho y respeto hacia los sistemas normativos propios, así como el derecho a la autonomía. Lo cual no se ha logrado.

Generalmente los pueblos indígenas en México viven en la marginación, pobreza, violación a los derechos humanos y en lucha constante para que sean atendidas sus demandas de servicios básicos como: atención médica, agua potable, electrificación, alimentación y otros. También presentan la demanda de una educación acorde con las necesidades de los pueblos, una que fortalezca la matriz cultural propia, así como revitalizar los saberes y conocimientos propios.

Pero estos pueblos siguen viviendo en procesos de colonización, el Estado se ha encargado de borrar su memoria por medio de la imposición de otra filosofía, la occidental, dominante, moderna; se les impone así una verdad absoluta, que se manifiesta en el conocimiento como única. El Estado soslaya deliberadamente la existencia de múltiples conocimiento que han coexistido y que se han complementado. La enseñanza comunitaria ha subsistido aun así y ante los embates de exterminio, racismo, exclusión y abandono.

El propio Estado polariza algunas políticas homogenizantes, que subsumen a los pueblos en una sola cultura (se les niega su diversidad), reproduciendo con ella una distancia abismal entre una minoría plenamente integrada al mundo global (moderno),y una mayoría marginada como los pueblos indígenas que buscan otra forma de reproducir la vida, con su propia cosmogonía.

En ese sentido, cobra importancia la creación de espacios estratégicos para la transformación sociocultural, toda vez que las acciones que ejercen los pueblos originarios es para revitalizar en muchos casos la matriz cultural propia, así como orientar y definir un rumbo en el futuro para dichos pueblos.

Igual que para los hermanos indígenas del sur del continente, para el pueblo Nna´ncue, “el buen vivir”, que plantea una discrepancia con el pensamiento occidental dominante-moderno, sería: “ya nc´on tsjomnancue” en Ñomndaa, el idioma que hablamos los oriundos de Suljaa´/amuzco. (Utilizo amuzco para referirme a los amuzgos, debido a que en la lengua propia ñomnda, la auto-adscripción que cobra sentido como pueblo, como cultura originaria es: Nna´ncue en plural y Tsa´ncue en singular, y amuzco del nahua Amoztli, significa libro y Co, lugar. Lo pertinente es decir amuzco; lugar de libro, y no amuzgo.)

Desde esa filosofía de la vida como tsjomnancue, el buen vivir expresa un vínculo respetuoso entre la vida comunitaria y la naturaleza, es decir, equilibra a ambos sujetos, siendo así otra forma de cosmogonía que no está presente en la lógica del pensamiento occidental dominante-moderno y su imposición de desarrollo, que resulta en mucho irracional y de sobreexplotación de los recursos naturales, así también de trabajos humanos esclavizantes.

En ese tenor, tenemos que impulsar la revitalización de otras formas de vida y otros conocimientos como los que resguardan con mucha responsabilidad los pueblos indígenas de México y el mundo. Entre ellos están los saberes que permitirán potenciar cambios sociales que inviten a una formación más integral de los sujetos y de un uso más racional de los recursos naturales que hoy día están siendo saqueados por distintas industrias trasnacionales, como es el caso de la minería, lo forestal, el agua y otros más.

Ante la diversidad de problemas que aquejan la vida interna de las comunidades indígenas del país, los Nna´ncue de Guerrero sabemos de la urgencia que hay para atender el deterioro de la vida de nuestra comunidad. De tal manera que, ante la crisis que vive el modelo económico-político capitalista, es meritorio que los pueblos originarios y el pensamiento occidental dominante-moderno concreten un punto de equilibrio con inclusión y menos colonizador de saberes y conocimientos.

Es valioso también hacer mención de nuestro idioma, porque en él se encierran códigos de expresión, conceptos y categorías que nos permiten pensar y repensarnos, y permanecer hasta hoy día, a pesar de los embates de pensamiento occidental dominante-moderno. En ese sentido tenemos que nuestro idioma brinda las herramientas para cuestionar la realidad que padecemos, como la pobreza, la marginación, la exclusión, el racismo, el uso irracional de los recursos naturales y otras situaciones que no corresponder a la realidad cotidiana o al contexto de diversidad cultural en que vivimos y que desestiman la composición pluriétnica y pluricultural del país.

Ante un contexto diverso y complejo, para un Tsa´ncue, el trabajo empieza para producir y reproducir la vida, por lo tanto en esa importancia encamina su actuar alrededor de estrategias de subsistencia, y en la cultura propia eso se da por medio del respeto de los sistemas normativos internos de la comunidad, en donde el concepto de trabajo adquiere una dimensión opuesta en su mayor contenido al pensamiento occidental dominante-moderno.

Desde la lengua Ñomndaa de los Nna´ncue, se explica el contenido y significado del trabajo para la comunidad, es decir, cobra relevancia la palabra misma dentro de la comunidad y sus actores. Decir Ts´iaa, es hacer mención del trabajo directo, la ejecución de una acción para realizar algo, un esfuerzo físico para concretar un fin. Entonces, hacer mención de Wats´iaa, es referirse a un espacio o lugar donde se juntan aquellos Calandyo, sabios o autoridades que la propia comunidad considera como tales, debido a los méritos obtenidos a lo largo de los años por el servicio brindado a la comunidad; también se puede entender como la casa de las autoridades. Y Nn´an Mats´iaa significa personalidades que representan a la comunidad para atender los asuntos internos y externos con pueblos vecinos o con autoridades civiles que no son indígenas, es decir, desempeñan el rol de autoridades municipales, y prestan un servicio y trabajo en beneficio de la comunidad.

Por lo tanto, un Calandyo, que está en Wats´iaa, desarrolla la función de Nn´an Mats´iaa, por ser el representante y la autoridad de la comunidad, porque está en la función de Mats´iaa, es decir, es el responsable del trabajo para la comunidad, y por tanto, realiza Ts´iaa, el trabajo, aunque en otra circunstancia Ts´iaa, se puede traducir como sucio, es decir, estar sucio por estar trabajando.

No obstante la breve explicación del concepto de trabajo desde la cosmovisión de los Nna´ncue, resulta interesante saber que precisamente instancias como Wats´iaa, y desde los Nn´an Mats´iaa, son los responsables de discutir, escuchar y tomar decisiones de cuáles son las ideas y propuestas que los integrantes de la comunidad demandan para la producción y reproducción de la vida o encaminar su propia cosmovisión de desarrollo, en donde ya se involucran deidades que median entre los humanos, la naturaleza flora y fauna, y los recursos naturales en su conjunto.

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