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Sistema Nacional de Divulgación de la Ciencia
E

ste 12 de diciembre se cumplen 30 años de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica (Somedicyt). Un grupo de 19 personas, que trabajamos activamente en la divulgación de la ciencia, fundamos la institución que hoy preside la maestra en ciencias Patricia Magaña, directora de la excelente revista Ciencias, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los 30 años de la Somedicyt son motivo de hacer algunas reflexiones sobre dónde estamos y hacia dónde vamos los divulgadores. Hay que reconocer que estamos mucho mejor hoy que hace tres décadas en todas las áreas de la divulgación del país, pero destaca el reconocimiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a las tareas de divulgación, que está explícita en la Ley de Ciencia y Tecnología, los apoyos a proyectos de divulgación y el hecho de que en algunas universidades del país, como la UNAM, existan direcciones o áreas dedicadas a esta labor, así como alrededor de 40 museos de ciencia y tecnología en toda la República.

Pese a ello, existen algunos problemas estructurales para que la divulgación de la ciencia del país se desarrolle sanamente; es decir, que el chamaco crezca en buenas condiciones.

El primero y más importante es reconocer académicamente el trabajo que realizan los divulgadores de la ciencia tanto en las universidades como en el resto de la sociedad. Aquí vale la pena explicar la diferencia que existe entre los investigadores y maestros que hacen divulgación de la ciencia, y aquellos, como es mi caso, que nos dedicamos de tiempo completo a esta labor para el resto de la sociedad.

Todos y cada uno somos igualmente importantes, pero algunos nos dedicamos de tiempo completo a la divulgación de la ciencia y otros no. El gran problema es que aquellos que nos dedicamos de tiempo completo, 30 años después no hemos sido reconocidos académicamente en las universidades, ni tampoco en el Conacyt. Cosa que sí sucede con los investigadores.

Como pensamos que no tenemos al enemigo dentro de casa, aunque no lo sabemos, solicitamos que los divulgadores que hacen investigación o enseñanza apoyen tres propuestas fundamentales para que crezca la divulgación de la ciencia en México, para quienes nos ocupamos de tiempo completo a dicha actividad:

1) Reconocer académicamente en todas las universidades del país el trabajo de divulgador de la ciencia de tiempo completo, con plazas que respalden dicho reconocimiento.

2) La creación del Sistema Nacional de Divulgación de la Ciencia, en el que el Conacyt apoye, como lo hace en el Sistema Nacional de Investigadores, al Sistema Nacional de Divulgadores de la Ciencia, a los divulgadores de la ciencia destacados de todo el país. Labor que desde el punto de vista económico representa muy poco, porque supone apoyar a 100 divulgadores anualmente durante tres años, con un modelo similar al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

3) Destinar un apoyo anual de mil millones de pesos a proyectos de divulgación de la ciencia del país a escala nacional. Hoy se destinan alrededor de 50 millones. La razón es que la divulgación de la ciencia contribuye a una educación complementaria de los mexicanos y hasta ahora lo ha hecho de manera casi gratuita. Los divulgadores no han cobrado por su trabajo de llevar la ciencia y la técnica al resto de la sociedad. Compárese con los 50 mil millones que se destinarán a mejorar las escuelas. Los 250 mil millones que reciben de utilidades los bancos, así como los más de 100 mil millones de pesos que costará el nuevo aeropuerto de la capital.

La divulgación de la ciencia en México para crecer y desarrollarse sanamente no requiere más que 2 mil millones de pesos anuales, mismos que las cámaras de Diputados y de Senadores pueden otorgar directamente al Conacyt para lograr que la ciencia y la técnica lleguen al resto de la sociedad mexicana, labor que hasta ahora no se ha realizado. Ese sería el mejor festejo de los 30 años de la Somedicyt.

Instituto de Energías Renovables, UNAM Temixco, Morelos