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Cientos de zombies organizan marcha para recaudar alimentos

Muertos vivientes invaden el Zócalo por una buena causa

Despliega la policía más de mil efectivos para resguardar la seguridad

 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de octubre de 2016, p. 28

Con rostros desfigurados y ensangrentados, cubiertos de ropa desgarrada que permitía ver profundas heridas, los muertos vivientes se apoderaron ayer por varias horas de la Plaza de la República.

Cientos de personas experimentaron la transformación y se convirtieron por unas horas en terroríficos personajes, que se dieron cita en el Monumento a la Revolución, donde comenzaron una marcha fúnebre hacia el Zócalo de la ciudad.

Desde muy temprano dio inicio la concentración de los participantes en la novena Marcha zombie con causa, organizada para recaudar alimentos que serán distribuidos entre sectores vulnerables de la población capitalina. Durante la espera, hubo proyecciones y concursos.

Pasadas las 3 de la tarde, los zombies comenzaron a marchar. Abandonaron el Monumento a la Revolución, caminaron por avenida de La República hasta cruzar Paseo de la Reforma, siguieron por Juárez hasta llegar a la Alameda Central y de ahí comenzaron el recorrido final hasta la plancha del Zócalo de la ciudad.

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Por unas horas, cientos de personas se transformaron en zombies y recorrieron el Centro HistóricoFoto Francisco Olvera

La Secretaría de Seguridad Píblica de la Ciudad de México desplegó mil 86 efectivos en un operativo de seguridad para resguardar a los participantes y garantizar la movilidad.

Los agrupamientos de las policías de proximidad, metropolitanos, tránsito y enlace institucional, así como paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas se colocaron a lo largo de la ruta con el apoyo de 124 vehículos, incluido un helicóptero del agrupamiento Cóndores.

Los zombies arribaron a su destino sin que ningún mortal se atreviera a obstaculizar su paso. Tras permanecer unos instantes en el Zócalo, los muertos vivientes se dispersaron, por lo que pudieron verse en diferentes puntos del primer cuadro de la ciudad, donde causaron asombro y temor.