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Puebla es el noveno estado con mayor número de estos crímenes en México

Los feminicidios se han incrementado 64% en los gobiernos de Marín y Moreno Valle
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Durante la movilización Ni una Más contra los homicidios por motivo de género el pasado 19 de octubre en la Ciudad de MéxicoFoto Víctor Camacho
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 23 de octubre de 2016, p. 10

En las semanas recientes a Vanesa López la asesinó su novio a puñaladas, el cadáver de una mujer no identificada fue encontrado con signos de tortura en una cisterna, a Areli Pacheco Navarrete su ex pareja le pasó una combi por encima hasta matarla, a Gizeh Castelán la encontraron atada de pies y manos y asesinada a navajazos debajo de un puente y a la estudiante Tania Verónica Luna la ahorcaron con una cadena para perro… Todas ellas eran residentes de Puebla, el noveno estado con mayor número de feminicidios en México.

En Puebla han sido asesinadas 69 mujeres durante 2016. Organizaciones civiles y de derechos humanos han denunciado la falta de atención del gobierno de Rafael Moreno Valle, pues durante su periodo y el del ex gobernador Mario Marín han aumentado los feminicidios en 64 por ciento.

“El número de asesinatos de mujeres ha crecido en los dos gobiernos de manera muy grave. Es un fenómeno con corredores territoriales desde el estado de México, Tlaxcala, Puebla y Veracruz, ligados al avance del narcotráfico y el robo de combustible, en torno a modalidades que representan formas de violencia contra las mujeres, como la trata con fines de explotación sexual”, expuso en entrevista Alejandra López, maestra de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y organizadora de la pasada manifestación.

López añadió: La desaparición de muchachitas, mujeres jóvenes en este corredor se va sucediendo cada vez con más frecuencia y con la dificultad de que son desapariciones que se reportan tarde, pues la fiscalía no admite el reporte y después van apareciendo por allí los cuerpos. Todo tiene que ver con el crecimiento de la violencia en general y luego específicamente contra las mujeres.

Grave incremento

El Informe feminista: inseguridad, impunidad, rezagos y apuntes para una agenda mínima contra la violencia de género señala que durante el gobierno de Mario Marín se contabalizaron 389 homicidios de mujeres, de acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado, que registró el aumento de 208 por ciento desde noviembre de 2012, cuando se tipificó el delito de feminicidio.

Son datos de la fiscalía, pero el Observatorio de Violencia Social y Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría de la Universidad Iberoamericana y otras organizaciones señalan que en 2013 hubo más de 54 casos, en 2014 se dieron 60 y en 2015 hubo 72 casos. Es una curva de crímenes que va creciendo y en este 2016 la escalada ha sido veloz, indicó Alejandra López.

Las cifras de agrupaciones civiles como Odesyr y el mencionado observatorio han sido desestimadas por las autoridades, pero los activistas argumentan que es la única manera de tener un conteo real ante lo que llaman omisión del gobierno de Moreno Valle, que carece de registro estadístico de los delitos, violando lo señalado por la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia desde su aprobación en 2007 y la sentencia del campo algodonero de 2009.

Explicó que al analizar el fenómeno del feminicidio han observado la violencia en la pareja: Varios de estos casos se refieren a mujeres asesinadas por sus parejas, compañeros o ex parejas. Sus familiares, especialmente las madres, han visibilizado los casos para denunciar la lentitud en las investigaciones de la fiscalía.

En este incremento de feminicidios, explica, se incluye a las desaparecidas: Son mujeres que aparecen muertas; algunas son identificadas, otras no, y las autoridades no investigan bien las condiciones en que sucedió el asesinato. Y vamos encontrando los cuerpos, repitiendo las características vejatorias que tristemente ocurren en Ciudad Juárez y en el estado de México.

Añadió: Lo que estamos observando es el crecimiento de la delincuencia organizada en distintas modalidades, que van abriéndose paso en el mercado de mujeres, con la trata con fines de explotación sexual, y quizá sus clientes sean quienes se dedican al robo de combustible en este corredor de feminicidios y de desapariciones de mujeres jóvenes y de edad media.

Odio al origen

Las organizaciones civiles han denunciado la indiferencia de Moreno Valle en torno a la violencia contra este sector de la población, la falta de alerta de género y el retraso de más de cuatro años en la actualización del Programa Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Ante la ausencia de una política integral para erradicar el fenómeno, indicó, la violencia familiar aumenta e incluso el grado de odio cuando se cometen estos crímenes.

El nivel de odio en la muerte de cada una de estas mujeres es tremendo y representa precisamente el nivel de violencia al que son sometidos sus cuerpos, aseveró.

Otra arista del problema es que buena parte de los feminicidios se cometen contra alumnas: Muchas de estas jovencitas han sido estudiantes y algunas de la Universidad Autónoma de Puebla, como la más reciente, Tania, que fue alumna de la Facultad de Sociología aquí y su línea de investigación de tesis era precisamente violencia contra las mujeres. Resultó especialmente brutal.

El incremento de los crímenes ha provocado que la comunidad universitaria y los organismos civiles se unieran para solicitar hace unos días a la Comisión de Derechos Humanos de Puebla la declaratoria de una alerta de género para prevenir la violencia contra las mujeres.

Y explicó: Se han hecho 11 recomendaciones al gobierno del estado en virtud de las omisiones de la fiscalía local y la comisión estatal de derechos humanos, y cómo a pesar de que está tipificado el delito de feminicidio, las autoridades se niegan a tipificar muchos de estos asesinatos como feminicidios. La procuración de justicia es lenta y mala.