Opinión
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México SA

Industria en el suelo

Producción a la baja

EPN y los prietitos

C

ifras preliminares divulgadas por el Inegi refieren que en el tercer trimestre del año la economía nacional habría crecido uno por ciento, y 1.9 por ciento si se compara con igual periodo de 2015.

Como siempre, el sector industrial fue el más golpeado, al reportar un descenso de 0.1 por ciento entre julio y septiembre de 2016, resultado negativo que, anualizado, fue de uno por ciento.

En el primer trimestre del presente año el sector industrial registró un repunte de 2.2 por ciento, rumbo que perdió entre abril y junio, al reportar un caída de 1.7 por ciento, y continuó a lo largo de julio y septiembre, con el citado descenso de 0.1 por ciento.

¿Qué sucede en ese sector? El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) nos ofrece un paseo temático. Va, pues.

La debilidad industrial nacional tiene su reflejo en los estados de la República, y el menor crecimiento económico se traslada al sector. Los resultados de los ciclos industriales muestran que 17 estados de la República se encuentran a la baja. La pérdida de fuerza se gestó desde el comienzo de este año y en algunos casos incluso desde mediados de 2015.

La caída en dichos ciclos es atribuible tanto a una disminución en las tasas positivas de crecimiento como al registro negativo que algunos estados presentan. Aún más preocupante es la contracción estructural que se puede observar en la capacidad productiva industrial estatal.

El análisis de la capacidad potencial de producción revela un retroceso o estancamiento para ocho entidades federativas: no sólo tienen un ciclo potencial a la baja, sino que en realidad su principal problema es que están perdiendo fuerza industrial, un contrasentido en un momento donde el mundo vive la denominada cuarta revolución industrial.

Lo delicado es que la mayor parte del retroceso corresponde a entidades con relevancia socioeconómica, demográfica e industrial: Ciudad de México, Chihuahua, Chiapas, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Querétaro, por ejemplo. Además, el problema central es que la menor dinámica no sólo atiende a elementos de coyuntura, sino que dichas entidades presentan desequilibrios estructurales en su capacidad industrial. Únicamente el estado de México y Guanajuato son las entidades relevantes que, en términos industriales, mantienen un ciclo con tendencia positiva.

La pérdida de capacidad potencial indica que las inversiones y la contratación de personal realizada en dichas entidades no han sido suficientes para mantener el nivel de producción de años previos, lo cual resta competitividad industrial al país, en un momento que el comercio internacional se da en función de productos industriales, por lo que dicha tendencia va en contra de las necesidades productivas y sociales de México.

Altamente preocupante es la caída industrial potencial y del ciclo económico en entidades con los mayores rezagos sociales del país. Veracruz, Guerrero, Chiapas y Oaxaca tienen niveles de informalidad superiores a 70 por ciento. Su pobreza abarca a más de 65 por ciento de su población. Los empleos son precarios, porque más de 60 por ciento de las personas ocupadas no ganan más de dos salarios mínimos.

Al mismo tiempo, son estados donde aumenta la debilidad industrial. Lo anterior no sólo los deja fuera de integrarse productivamente al resto del país, sino también condena a su población a refugiarse en los servicios de bajo valor agregado, principalmente en el comercio al por menor, que en esos estados es de naturaleza informal. Con ello, la pobreza seguirá en aumento.

En este escenario cabe destacar que el entorno externo no es favorable: la información disponible hasta septiembre adelanta que el ciclo de las manufacturas de Estados Unidos se mantendrá a la baja y que la recuperación exhibida en México podría ser coyuntural y atribuible al desempeño de algunos sectores, como el automotriz.

La información del mayor socio comercial del país no permite considerar una recuperación industrial para el cierre del año: hasta agosto el crecimiento acumulado en México es de apenas 0.4 por ciento. De igual manera, dicho repunte temporal en las manufacturas no fue suficiente para revertir la caída en el ciclo total industrial, ya que la debilidad en construcción y minería también continúa representando un desafío para la recuperación de las actividades secundarias.

La Ciudad de México presenta un ciclo industrial que pierde fuerza, al mismo tiempo que su capacidad potencial disminuye. En el primer semestre el crecimiento de la entidad en general fue positivo, con un avance de 4.3 por ciento. Sin embargo, la parte correspondiente a la industria sólo creció 0.5 por ciento. En junio la industria retrocedió 1.4 por ciento, la décima negativa en el último año. Con ello se profundiza la pérdida de capacidad potencial que muestra la industria, limitando la generación de valor agregado en la misma.

Nuevo León mostró una caída en su ciclo industrial desde comienzos del año anterior y apenas en los últimos meses exhibe una leve recuperación. Su Itaee (con petróleo) creció a un ritmo de 3.8 por ciento en los primeros tres meses del año. No obstante, en los dos últimos meses el crecimiento de la actividad industrial estatal fue negativo.

El ciclo industrial de Puebla mantiene su tendencia a la baja desde finales de 2015. El avance del Itaee (con petróleo) en el primer semestre fue marginal (1.2 por ciento). La actividad industrial de junio mostró un retroceso de 3.4 por ciento, siendo ésta la segunda tasa negativa del año y la cual se da sobre una caída de igual proporción registrada en el mismo periodo del año anterior.

La evolución de Coahuila y Jalisco es positiva en términos de crecimiento del Itaee, pero con todo y el avance los ciclos industriales de ambas entidades se encuentran a la baja desde el segundo semestre del año anterior, lo que indica que su crecimiento será menor durante el segundo semestre del presente año y en la primera parte de 2017.

Las rebanadas del pastel

Feliz por la exitosa realización del Gran Premio de México de Fórmula-1, el inquilino de Los Pinos se animó a decir que es necesario proyectar al país para que no sea sólo conocido por los prietitos, sino por sus buenas experiencias. Y lo dijo en un país mayoritaria y orgullosamente de prietitos (cualquier similitud con Fox y su frase “…el trabajo que ni los negros quieren hacer…”, no es mera casualidad)… El dólar, que es verde, se cotizó hasta en 19.35 prietitos pesos… Y el otro prietito, el barril de crudo de exportación, se vendió a 38.81 billetes en los que aparece un güero.

Twitter: @cafevega