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Cinco millones de fanáticos festejaron el título de la Serie Mundial

La fiesta que tardó más de un siglo, se desató ayer en Chicago

El mánager Maddon celebró como si estuviera en un concierto de Rock

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El gobernador de Illinois, Bruce Rauner, decretó el viernes como el Día de los Campeones CachorrosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de noviembre de 2016, p. a14

Chicago.

David Ross se tomó una selfie frente a miles de eufóricos fanáticos; Anthony Rizzo se conmovió casi hasta las lágrimas y Joe Maddon celebró como si estuviera en un concierto de rock.

La fiesta que demoró más de un siglo en cuajarse se desató ayer en Chicago.

Los Cachorros y unos 5 millones de aficionados, según cálculos oficiales, festejaron con un desfile desde Wrigley Field y un rally en el parque Grant, frente al lago Michigan, el título de Serie Mundial del equipo después de 108 años.

El cátcher Ross y otros jugadores entonaron la canción Go Cubs Go en la tarima para deleite del público. ¡Se nos dio! ¡Se nos dio!, exclamó el primera base Rizzo.

El mánager Maddon, quien usaba un gorro tejido, lentes oscuros y una camiseta con la frase We didn't suck (No la embarramos), se deleitó con la escena del mar de azul.

¡Bienvenidos a Cubstock 2016! Este es un momento increíble. Jamás experimenté algo como Wrigley Field noche tras noche... también quiero felicitar a los fanáticos. Gracias por ser tan pacientes, señaló Maddon.

Este tipo de festejo no tiene precedentes para los fanáticos de los Cachorros, que no habían ganado un título de la Serie Mundial en 108 años hasta que conquistaron la corona el pasado miércoles con un triunfo en el séptimo partido ante los Indios de Cleveland.

Así terminó la llamada Maldición de la Cabra, la historia del dueño de una taberna de Chicago que supuestamente maldijo a los Cachorros después de que el equipo le prohibió entrar al estadio con su mascota, una cabra, durante la Serie Mundial de 1945.

Antes de llegar al parque Grant, personas de todas las edades, la mayoría vestidos con los colores azul y blanco del equipo, aclamaron a la novena en una caravana que llevó a los jugadores por Lake Shore Drive. El ambiente era festivo, ayudado por un clima cálido y soleado.

Los vendedores ofrecían banderines y camisetas, mientras adolescentes se tomaban selfies.

Jarvis Moffert, jubilado de 50 años, llegó al parque a orillas del lago temprano para deleitarse con el ambiente. Soy un fanático de los Cachorros de toda la vida, dijo, mientras apuntaba al cielo y al público. Uno vive para esto. No hay nada mejor, expresó.

A bordo de los autobuses de dos pisos algunos jugadores posaban para los fotógrafos, mientras otros levantaban a sus hijos y disfrutaban con sus familias. El jardinero central Dexter Fowler tenía un habano mientras llegaba al desfile, que algunos fanáticos catalogaron como la fiesta del siglo.

Hubo retrasos en el servicio de trenes a pesar de que se aumentó su frecuencia y capacidad.

La ciudad también tiñó de azul brillante el río de Chicago para homenajear al equipo, como hace todos los años al pintarlo de verde para el Día de San Patricio.

El gobernador de Illinois, Bruce Rauner, decretó el viernes como el Día de los Campeones Mundiales Cachorros de Chicago en todo el estado.