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El Museo del Prado exhibe 15 de las 40 obras creadas por esa enigmática autora

Buscan revertir la escasa difusión del arte secreto de la flamenca Clara Peeters

Debido a que la costumbre y la ley no favorecían la integración de las mujeres al mundo profesional, pocas consiguieron convertirse en pintoras, afirma el responsable de la muestra madrileña

Foto
Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas, 1611, óleo/tabla de Clara Peeters, incluido en la exposición del Museo del Prado, en la capital española. La artista fue pionera en la historia del arte en plasmar pecesFoto Armando Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 8 de noviembre de 2016, p. 7

Madrid.

Su nombre apenas se conoce y tiene si acaso un lugar minúsculo en la historia del arte. Quizá por haber sido una de las pocas mujeres del siglo XVII que subvirtió los cánones de una sociedad rígida en sus formas sociales y su moralidad, para convertirse en una figura de la pintura flamenca.

En su natal Amberes, Clara Peeters se convirtió en una referencia de la época en la pintura de naturaleza muerta, con trazos cuidadosos y bellos en los que además deslizaba con discreción su carácter revolucionario, con el que impugnaba no sólo el papel de la mujer en la sociedad tradicional, sino la estrechez de las costumbres de las élites en la Europa de la Edad Moderna.

Respecto de tan enigmática artista los datos biográficos son escasos, sin embargo, se sabe con certeza que nació alrededor de 1588 y 1590 en esa ciudad belga y que desde muy joven, a los 18 o 20 años, pintó su primer cuadro.

Ahí se inició una trayectoria estética que hasta ahora era conocida casi de manera exclusiva por los expertos o historiadores del arte, situación que pretende remediar la exposición montada por el Museo del Prado, El arte de Clara Peeters, que reúne 15 de las 40 obras que, se cree, existen de la artista.

La pinacoteca madrileña lidera la investigación sobre la obra de Peeters, en parte porque es la referencia internacional en su trayectoria al poseer cuatro piezas de su autoría y ser así la institución con más cuadros de esta creadora.

Bregar a contracorriente

La muestra es el estudio más actualizado hasta la fecha de su obra y de su vida, en la que se ha analizado hasta el último detalle de sus minuciosos bodegones. Uno de los hallazgos fue que Peeters fue la primera artista en la historia del arte en plasmar naturalezas muertas con pescados, en los que además asumía la tradición pictórica de la época, es decir, que le daba un estilo que insiste en la apariencia real de las cosas con un espíritu emprendedor y una mentalidad vanguardista, ya que en la primera década del siglo XVII el realismo era una alternativa en ciernes, en contraste con el idealismo de la tradición renacentista.

Incluye bodegones fechados entre 1611 y 1621, en los que figuran aves –más habituales en este tipo de cuadros de la época–, dulces, vinos, frutas y pescado. Entre ellos una de sus piezas más importantes, Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas.

En sus obras, sacadas de la realidad, se desbordaba su imaginación y al final creaba una escena realista que en ningún caso era copia del objeto en el que se inspiraba. Solía incluir autorretratos, reflejos en las superficies de jarras y copas, apenas visibles, que aparecen en al menos ocho de sus obras, entre ellas Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre.

Peeters fue contemporánea de grandes pintores, como Jan Brueghel el Viejo –que fue uno de sus inspiradores–, Rubens, Snyders y Van Dyck.

Alejandro Vergara, responsable de la muestra, explicó que aunque la costumbre y la ley no favorecían la integración de la mujer en el mundo profesional, un reducido número de mujeres consiguieron salvar las limitaciones y convertirse en pintoras. Pero condicionantes como la dificultad del aprendizaje del dibujo anatómico a partir de modelos vivos, normalmente masculinos que posaban desnudos, a los que las mujeres no tenían acceso, limitaban su producción al género del bodegón o el retrato.

Otras mujeres artistas de la época, que también lucharon a contracorriente, fueron Catharina van Hemessen, Sofonisba Anguissola, Artemisia Gentileschi, Lavinia Fontana, Fede Galizia, Isabel Sánchez Coello, Levinia Teerlinc y Elena Recco.

El arte de Clara Peeters, en el Museo del Prado, concluirá el 19 de febrero de 2017.