Opinión
Ver día anteriorMartes 8 de noviembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Negocios y Empresas

El retroceso de la BMV

U

na de las instituciones que se han dormido en sus laureles es la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), presidida por Jaime Ruiz Sacristán y dirigida por José Oriol Bosch. Tiene sus orígenes en 1886, cuando se forma la Bolsa Mercantil de México y en algunos momentos de su historia ha tenido un papel destacado.

En el México moderno se convirtió en una opción cuando se estatizó la banca en 1982. A partir de 1983 el sector privado no tuvo acceso al financiamiento bancario, porque el ahorro interno lo concentró el gobierno para pagar sus excesos.

En esa coyuntura, los intermediarios bursátiles jugaron un papel destacado en el financiamiento privado y, a partir de 1975 con la Ley del Mercado de Valores, se institucionalizaron a través de las casas de bolsa. Carlos Slim, Alfredo Harp, Roberto Hernández, Eduardo Legorreta, José Madariaga y Eduardo Carrillo, entre otros, comenzaron a crecer con fuerza en sus casas de bolsa y a convertirse en una opción para el financiamiento, no solo de empresas sino también del sector público, con todo tipo de papeles de deuda. Fue tal su éxito, que una década después de la estatización bancaria fueron los que compraron los bancos cuando el gobierno los reprivatizó.

El tema es que a partir de la reprivatización bancaria en el país el mercado de valores fue perdiendo fuerza y se convirtió en un actor secundario, subordinado a los bancos, proceso que se mantiene hasta el momento, con una que otra colocación accionaria o de deuda cada año.

Mientras en el mundo los mercados de valores crecen y se desarrollan, en México se ha burocratizado e incluso se ha ligado más con el gobierno que con la iniciativa privada. Prueba de ello son sus presidentes, quienes antes eran los dueños de las casas de bolsa y ahora son políticos, como Luis Téllez y Jaime Ruiz Sacristán.

Los datos del mercado de valores mexicano hablan por sí solos: mientras en Estados Unidos el NYSE cuenta con 2,371 emisoras, el Nasdaq con 3,177 y el Amex con 363, o en Canadá cotizan 3,886 emisoras; en la BMV cotizan menos de 150 emisoras, cuando hace algunos años había cerca de 200.

Algo tendrá que hacer la BMV si quiere jugar un papel destacado en el financiamiento de México.