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En una velada en Bellas Artes, el autor tzotzil recibió el premio Nezahualcóyotl de poesía oral

La palabra sigue, busca veredas y atajos para evitar un hasta aquí: Bolom Pale

Nadie podrá cortarle las alas a pesar de que en los pueblos originarios hay muerte y despojos

Se dedicó un minuto de aplausos al antropólogo Rodolfo Stavenhagen, recientemente fallecido

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En la sala Manuel M. Ponde, donde se entregó el premio al escritor tzotzil Manuel Bolom Pale, la bailarina Sara Montero (arriba) interpretó La colina por donde andan los poetas, danza inspirada en los cantos de María SabinaFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de noviembre de 2016, p. 7

En una velada, donde predominó la palabra florida, el sonido de la naturaleza y se dedicó un minuto de aplausos en memoria de Rodolfo Stavenhagen (1932-2016), recientemente fallecido, el escritor tzotzil Manuel Bolom Pale recibió la noche del martes el Premio Nezahualcóyotl de Poesía Oral de Literatura en Lenguas Mexicanas 2016, por su obra Sk’inal Xikitin: k’opojel yu’un nupunel (Fiesta de la chicharra: un discurso ceremonial para matrimonio).

En la ceremonia efectuada en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el escritor en lengua tzotzil, que cultiva poesía, ensayo y narrativa advirtió que “nadie podría cortar las alas de la palabra florida a pesar de que en los pueblos originarios aconten muertes, desapariciones, encarcelamientos y despojos.

La palabra sigue, busca otras veredas, otros atajos para no toparse un hasta aquí. El ser humano está dentro de su corazón y fuera de su lengua. La palabra florida es un movimiento hacia nosotros y con nosotros. La palabra florida es la que nos nombra y habita la realidad en estos tiempos presentes.

Bolom Pale, originario de Jocosic, Huixtán, Chiapas, dedicó el galardón a los pueblos originarios y su riqueza cultural que de manera cotidiana la practican.

El galardonado, quien recibió una presea creada por el artesano oaxaqueño Angélico Jiménez, dijo: Saludos desde lo más profundo de mi corazón colibrí, que está danzando en este momento como si bebiera néctar.

En la sala abarrotada por el público que asistió a pesar de la intensa lluvia, el escritor tzotzil explicó que su poesía surge de la entraña de la geografía chiapaneca, donde funciona la oralidad y se expresa esa palabra que envuelve la naturaleza.

La oralidad, un patrimonio

La entrega de la edición 14 del premio Nezahualcóyotl de poesía oral fue presidida por Alejandra Frausto, titular de la Dirección General de Culturas Populares, y el poeta mazateco Juan Gregorio Regino, director de desarrollo intercultural de esa dependencia.

Frausto, en su intervención, pidió un minuto de aplausos en memoria del sociólogo y antropólogo Rodolfo Stavenhagen, quien murió el sábado pasado. Luego expresó que el premio Nezahualcóyotl recupera la oralidad, algo que no siempre se reconoce como patrimonio.

La titular de Culturas Populares dijo que es la primera vez que gana el premio un ritual de poesía oral, obra que consideró conmovedora porque retoma algunas enseñanzas de su abuelo y recrea desde su poesía la petición de matrimonio.

Juan Gregorio Regino hizo un recuento del premio Nezahualcóyotl desde su creación, en 1993, y precisó que las lenguas indígenas han contribuido a la literatura comunitaria y a la nacional, incluso a la universal, y ese es el aporte que debemos reconocer hoy.

Añadió que el creador indígena es un sujeto poético, un protagonista de su quehacer que en primera voz da a conocer sentimientos, ideas y la vida cotidiana de sus pueblos.

Bolom Pale leyó parte de su obra; se presentó una instalación basada en la poesía oral con proyecciones de imágenes de la naturaleza, y la bailarina Sara Montero interpretó La colina por donde andan los poetas, danza inspirada en los cantos de María Sabina.