Sociedad y Justicia
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Uno de los pendientes de la economía, dicen

Más escolaridad aún no se traduce en mejor salario
 
Periódico La Jornada
Viernes 18 de noviembre de 2016, p. 40

Los jóvenes generaciones han mejorado sus condiciones educativas, en algunos casos de salud, pero no hay un progreso económico. No se ha logrado que mayores grados de escolaridad se traduzcan en mejores salarios a través de mejores empleos; eso es lo que está pendiente en la economía mexicana, sostuvo Rodolfo de la Torre del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Alrededor del 50 por ciento de los niños que nacen en una familia pobre permanecen en ese quintil y tan sólo 4 por ciento de los que nacen en un hogar de bajos recursos logran subir a lo más alto de la escalera, sostuvo Julio Serrano, del CEEY, en la Primera Cumbre Internacional de Movilidad social.

Precisó que siete de cada 10 niños pobres que nacen en el nivel más bajo, crecen siendo pobres. En tanto, si se nace en una familia rica la probabilidad de quedarse ahí es de 50 por ciento y hay 25 por ciento de posibilidad de bajar un quintil.

De la Torre se refirió, en entrevista, a que el estudio de la movilidad social tiene apenas unos 10 años y se hizo para ver qué tanta es la movilidad entre generaciones en México a escala nacional, y lo que se encontró fue que en el país sigue siendo determinante el origen familiar para ascender.

Consideró que el gasto público puede contribuir a la movilidad y mayores recursos a educación, y un verdadero sistema universal de salud podría impulsarla. Destacó que el bajo crecimiento económico, la corrupción y la incapacidad del sector público para aprovechar el gasto la inhiben.

Indicó que no se ha liberado el potencial de las generaciones, porque siguen determinadas por su origen; la política pública debería romper esa liga y no lo ha logrado. Explicó que Prospera, principal programa social del gobierno federal, ha logrado la movilidad de los que son beneficiarios del programa, de forma limitada. Los jóvenes han acumulado más educación de la que tenían sus padres, pero, insistió, esto no se traduce en mejores trabajos e ingresos.