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Lyn May, Rosy Mendoza, Olga Breeskin, la Princesa Yamal y Wanda Seux, las protagonistas

En el documental Bellas de noche las vedettes estamos de regreso

María José Cuevas, la directora, conjunta el pasado y presente de estas mujeres que años atrás acapararon las marquesinas

Luego de pasar por varios festivales, se estrenará el viernes

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Rosy Mendoza, Lyn May, Olga Breeskin, María José Cuevas, Wanda Seux y la Princesa Yamal, durante la conferencia de prensaFoto Roberto García Rivas
 
Periódico La Jornada
Martes 22 de noviembre de 2016, p. 9

Cinco beldades que años atrás acapararon marquesinas, aplausos, halagos, envidias y ofrecimientos de índole variopinta, según resumen su pasado en el ya premiado documental Bellas de noche, que se estrenará el próximo viernes.

Lyn May, Rosy Mendoza, Olga Breeskin, la Princesa Yamal y Wanda Seux son las protagonistas del filme en el que María José Cuevas, la directora, conjunta de manera interesante relatos sobre el pasado y el presente de estas mujeres.

De aquellos anuncios televisivos de la década de los años 70 que coreaban el estribillo de Todos queremos ver a Olga, con el que la violinista anunciaba su show en el desaparecido hotel Continental, a sus extásicos trances como predicadora de la palabra de Cristo, su actividad actual, han pasado décadas. Breeskin habla de su vida de excesos, de sus decepciones y de las peripecias que tuvo que hacer, según contó en la conferencia de medios tras la exhibición de la cinta. María José Cuevas la filmó en su lugar de residencia en Las Vegas, cuando tuvo que pedir prestados casa, auto y hasta postizos, pues nada de eso le quedaba luego de haber tenido todo en abundancia.

Señala que hoy es otra y para certificarlo puso de condición a María José que incluyera un bit de una sesión de su creencia, filmado en el World Trade Center.

A la realizadora le vino la idea del largometraje una vez que la Princesa Yamal la invitó a su casa en Acapulco, hace 10 años, y ahí ejecutó un baile ataviada con un traje de noche. Cuevas llevaba una camarita, la filmó y luego, por los contactos de su padre, José Luis, juntó las demás historias.

Yamal no sólo probó la fama farandulesca, sino que en 1999 también cayeron los reflectores sobre ella, aunque esa vez el glamur estuvo ausente: fue acusada de ser cómplice de los tipos que en la Navidad del año anterior rompieron la seguridad del Museo Nacional de Antropología en Chapultepec y salieron cargados de valiosas reliquias que la argentina tuvo en resguardo en su casa, acción que niega en la película, pero que le costó poco más de dos años de encierro en el Reclusorio Femenil en Tepepan.

Wanda Seux, también argentina, atacada por el cáncer, hoy está inmersa en el samaritano cuidado de una jauría en su precaria vivienda, actividad que seguramente podrá realizar con mayor holgura económica con la paga de su actuación. Agradeció en la conferencia a la comunidad LBGTTI, a maquillistas y bailarines, su contribución a su fama.

Las cinco se muestran agradecidas con la cinta. Las vedettes estamos de regreso, exclamó Lyn May, la única con actividad eventual en tablados de ferias y palenques, quien no esconde su libidinosa vitalidad sexual y asegura que es placentero trepar a un árbol y en lo alto practicar las artes amatorias.

La vedette, que no es oriental, sino de Guerrero, en quizás otro vuelo de su imaginación, confiesa que profanó la tumba de su esposo, un empresario restaurantero –él sí chino– y durmió abrazada a su cuerpo dos meses, manía que, dice, le quitó su mamá.

Hoy, arguyó, pasa la vida cuidando al amor de su vida, que le proporciona todo.

También con humor involuntario Rosy Mendoza, la de la cintura más breve del espectáculo, como era anunciada, muestra en lo que ha gastado sus esfuerzos para paliar el efecto del retiro: el manuscrito de un libro sobre metafísica.

Olga Breeskin, sintetizó, aunque lo hizo a título personal, las vidas del quinteto bajadas de los escenarios, despojadas ya del bikini: ahora proyectamos lo que es una mujer digna y verdadera.

La cinta ha sido reconocida en festivales como los de Morelia, Toronto y Los Cabos. La edición estuvo a cargo de Ximena Cuevas.