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La cúpula insurgente llega a Bogotá para impulsar la rápida implementación del pacto

El gobierno colombiano y las FARC firman mañana el nuevo acuerdo de paz

Este convenio debe ser ratificado por el Congreso y en cuanto eso ocurra se pondrá en marcha

 
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de noviembre de 2016, p. 32

Bogotá.

El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmarán este jueves en esta capital el nuevo acuerdo de paz sellado hace 10 días, que será refrendado por el Congreso para empezar su implementación y poner fin a más de medio siglo de conflagración interna.

Ambas partes acordaron firmar el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera el próximo jueves 24 de noviembre a las 11 horas (local) en el Teatro Colón de Bogotá, indicaron en un comunicado.

El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC también acordaron que el mecanismo de refrendación del nuevo pacto alcanzado en Cuba tras el rechazo al anterior en un plebiscito será el Congreso. Estamos precisando los procedimientos, afirmaron en el texto divulgado en la capital colombiana.

La cúpula del principal y más antiguo grupo insurgente del país aterrizó este lunes en Bogotá para preparar la firma del acuerdo pactado el pasado 12 de noviembre e impulsar la rápida implementación de lo convenido, que consideran se puede ver afectado por una ola de violencia contra líderes sociales, la que, junto con el rechazo al nuevo pacto anunciado el lunes por el ex presidente Álvaro Uribe, se han convertido en los principales obstáculos para acabar con el conflicto armado de más de medio siglo.

El anuncio se dio después de que las FARC rechazaron la posibilidad de reunirse con los críticos del acuerdo de paz liderados por Uribe para revisar el nuevo pacto y hacer cambios que satisficieran sus demandas.

El gobierno de Colombia, el Centro Democrático de Uribe y otras fuerzas políticas que rechazaron el acuerdo inicial en el plebiscito del 2 de octubre se reunieron hasta la madrugada de este martes sin lograr un consenso sobre el nuevo pacto.

Durante el encuentro entre los representantes de Santos y la oposición, el gobierno descartó hacer modificaciones para impedir que los líderes rebeldes puedan ocupar cargos de elección popular y confinarlos en cárceles por sus crímenes durante el conflicto.

Con la decisión de firmar y refrendar el nuevo acuerdo, se prevé una ruptura de los acercamientos que mantenían el gobierno y la oposición política, que con el liderazgo de Uribe puede oponerse a aprobar las leyes, aunque Santos cuenta con mayoría para lograrlo.

Es claro que la vía más conveniente y legítima para refrendar este nuevo acuerdo es a través del Congreso de la República, donde además están representadas todas las visiones y opciones políticas del país, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha. En esa dirección voy a proceder, dijo Santos en una alocución por radio y televisión.

Si el acuerdo es refrendado, se procederá a su implementación para que unos 7 mil combatientes de las FARC dejen las armas y conformen un partido político, después de 52 años de una violenta confrontación que ha dejado unos 220 mil muertos y millones de desplazados.

Santos presidió este martes una reunión de alto nivel con miembros de su gabinete y organismos de derechos humanos para evaluar la situación de seguridad, y aseguró que no va “a permitir que los violentos pongan en riesgo los avances y esperanzas de la paz.

Estos hechos son una evidencia palpable, dramática, de los riesgos que la incertidumbre nos trae frente a la implementación de los acuerdos, señaló.

También pidió acelerar la aplicación del pacto de paz especialmente en zonas donde, según los guerrilleros, en los últimos tres días han sido asesinados tres líderes comunales.