Las leyendas de la crónica deportiva afirman que los puños de un boxeador son dos armas blancas por la fuerza con la que pueden impactar a otra persona y el riesgo que ello implicaría. Pero ¿cómo determinar la fuerza del golpe de un profesional de este deporte?

Expertos de la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron un novedoso análisis biomecánico para estudiar el rendimiento físico de los boxeadores y mejorar su entrenamiento.

El dispositivo será útil para diseñar rutinas y programas de entrenamiento y con ello lograr que el golpe de estos deportistas sea lo más fuerte, potente y veloz posible.

Los creadores presentaron esta innovación ayer en conferencia de prensa. Explicaron que el dispositivo incluye un software que determina la fuerza del golpe y hace un seguimiento con cámaras de alta velocidad (llamado videometría) para analizar su relación con la intensidad del impacto.

Las cámaras graban la trayectoria del golpe recto y de gancho a velocidades de 800 y 200 cuadros por segundo. En un golpe hay una combinación de fuerzas verticales, horizontales y torsionales, por lo que interesa trabajar las pautas de movimiento en un plano horizontal, vertical y en torsión. Todo ello será detectado por este desarrollo universitario.

Lázaro Morales Acosta, profesor adscrito a la unidad de investigación y asistencia técnica en materiales de la FI, y dos de sus alumnos recién egresados de la licenciatura en ingeniería mecánica: Leobardo Vieyra Díaz y Eduardo Ramírez Valadez, quienes fueron integrantes del equipo de boxeo de la UNAM, hicieron la demostración del proyecto, mismo que en un inicio trabajaron como tesis.

Esta metodología –dijeron– no tiene precedente en México y es un valioso auxiliar para mejorar el entrenamiento. Queremos caracterizar los golpes y hacer un seguimiento de los movimientos, señaló Morales Acosta.

Con este análisis biomecánico se obtiene el gesto deportivo, es decir, el detalle de una serie de movimientos consecutivos que se ejecutan con un objetivo final.

Los creadores informaron que esta tecnología también puede utilizarse en otros deportes de contacto, como las artes marciales y la esgrima.