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Cerca el terreno para impedir paso a defraudadores; Profepa coloca sellos de clausura

Hijo de ex gobernador se apodera de 15 mil m2 en isla de Alvarado

La empresa tiene cinco días para acreditar la propiedad legal del predio

Auge inmobiliario ha incrementado plusvalía de la zona

Corre peligro de convertirse en otro Acapulco, dice activista

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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente colocó sellos de clausura en la cerca de un predio ubicado en la Isla del Amor, municipio de Alvarado, Veracruz. La inmobiliaria Impulsora de Turismo Golfo-Caribe, propiedad de Fernando López Valenzuela, hijo del ex gobernador Fernando López Arias, asegura ser dueño del terreno Foto La Jornada
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 6 de diciembre de 2016, p. 33

Xalapa, Ver.

En los primeros días de noviembre pasado, la inmobiliaria Impulsora de Turismo Golfo-Caribe, propiedad de Fernando López Valenzuela, hijo del ex gobernador Fernando López Arias (1962-1968), cercó un predio de 15 mil metros cuadrados que reclamó como de su propiedad, en el centro de la Isla del Amor, municipio de Alvarado.

Grupos ambientalistas que realizan trabajos de conservación en el Golfo de México desde 2007 pidieron dar a conocer el estatus legal de las tierras que se adjudica la compañía porque históricamente todos los terrenos ganados al mar pasan de propiedad de la nación a ser de particulares sin transparencia ni rendición de cuentas, dijo Olga Díaz Ordaz Terrones, directora de Fundación Chalchi.

Días después de que Inmobiliaria Impulsora de Turismo Golfo-Caribe instaló la cerca metálica, personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) colocó sellos de clausura en las vallas. Además levantó el acta PFPA/36.3/2C.27.5/000216, en la cual dio cinco días a los dueños de la empresa para acreditar la propiedad del predio.

La Isla del Amor, en otros tiempos lugar paradisiaco y nido del cangrejo azul, es un brazo de tierra que por un lado colinda con el Golfo de México y por el otro con el estero del río Jamapa.

El enrejado también causó problemas a la Secretaría de Marina, ya que impedía el paso a un área de 26. 4 hectáreas que le fue asignada por el gobierno federal.

En años recientes se ha observado en los alrededores de la isla un auge inmobiliario. Varias zonas residenciales y plazas comerciales han elevado la plusvalía de los predios.

La organización ecologista Sea Shepherd Veracruz emprendió una campaña de limpieza de la zona y de protección del cangrejo azul en junio, julio y agosto.

En ese entonces advirtió que la actividad humana y el descuido de las autoridades del municipio de Alvarado habían convertido la isla en un basurero.

En sólo dos horas de un fin de semana, cerca de 200 personas recogieron 68 bolsas grandes de basura en 500 metros cuadrados.

En un decreto firmado el 4 de febrero de 1997, el entonces gobernador Patricio Chirinos Calero expropió la Isla del Amor a la empresa Inmobiliaria del Golfo y Del Valle y la declaró zona sujeta a conservación ecológica. Sin embargo, un procedimiento judicial iniciado en 2001 permitió que el predio fuera restituido a su propietario original.

Joel Castillo Mora, abogado de Impulsora de Turismo Golfo-Caribe, rechazó hablar con La Jornada al respecto.

Sin embargo, ante medios locales ha asegurado que es legítima la propiedad del predio. Adujo que se instaló la cerca metálica porque defraudadores inmobiliarios estaban ofreciendo lotes.

Ordaz Terrones afirmó que la Isla del Amor es un caso más de la forma en que particulares se apoderan de tierras propiedad de la nación de manera turbia.

Consideró que la Secretaría de Medio ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debe intervenir para imponer sanciones y recuperar los predios, para que no suceda lo que ocurre en Acapulco, donde la voracidad de los empresarios dio lugar a un desarrollo turístico que ha ocasionado golpes de mar e inundaciones. Se tiene que llamar a los tres niveles de gobierno para que regulen la inversión privada en áreas naturales tan cercanas al mar, expuso la directora de la Fundación Chalchi.

Necesitamos un plan nacional de agua y desarrollo sustentable para que en lugar de empresas turísticas se impulsen granjas acuícolas. Hoy más que nunca están en riesgo la producción pesquera y la conservación, advirtió.