San Cristóbal de Las Casas, Chis.

El Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM) afirmó que los integrantes de la Caravana de Madres de Centroamérica, quienes buscan a sus hijos y recorrieron 11 estados del país en 18 días, constatamos otra vez el incremento notorio de la violencia y el incumplimiento de los derechos humanos desde que el gobierno de Enrique Peña Nieto impuso el plan Frontera Sur, en 2014, apoyado y financiado por el gobierno de Estados Unidos para detener los flujos migratorios centroamericanos.

En un comunicado, agregó: El plan Frontera Sur intensifica las medidas de control, vigilancia, contención y militarización, y ha obligado a los migrantes a viajar por rutas más remotas y peligrosas, que cruzamos este año en la caravana, dedicada esta vez a la memoria de la activista hondureña Berta Cáceres, asesinada en marzo pasado.

Aseveró que por veredas y caminos las familias indocumentadas se vuelven presa fácil de los delincuentes, el crimen organizado y agentes estatales corruptos. Lejos de garantizar su seguridad y derechos, las políticas represivas del Estado han sumergido a las migrantes, quienes huyen de la violencia y el hambre en sus comunidades de origen, en un infierno donde están expuestos a robos, extorsiones, violaciones sexuales, trata, desaparición y muerte.

El MMM, organizador de la caravana Buscamos Vida en Caminos de Muerte, recordó que ésta finalizó el pasado 3 de diciembre en el río Suchiate. Fueron muchos los aprendizajes, entre ellos el marcado contraste entre la generosidad de espíritu del pueblo mexicano y la indiferencia de muchos funcionarios hacia las tragedias humanas que genera la criminalización de los migrantes.