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Administrador lamenta la tragedia y rechaza tener responsabilidad

La nave fantasma de Oakland era un sueño y una casa para el arte del mundo
 
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de diciembre de 2016, p. a10

San Francisco.

El administrador del depósito La nave fantasma de Oakland, que se incendió la noche del viernes durante una fiesta con saldo de 36 muertos, lamentó la tragedia y se negó a aceptar responsabilidad por lo sucedido.

Derick Ion Almena dijo a la cadena NBC que en el lugar, que albergaba a un colectivo de artistas, hacían música, arte. Se convirtió en nuestra casa.

El viernes, el edificio de dos plantas se incendió durante una fiesta electrónica, sin que hasta el momento se conozcan las causas del siniestro.

Los bomberos dijeron que no esperaban hallar más cuerpos entre los escombros del incendio, tras rastrillar 85 por ciento de la estructura.

Consultado por NBC sobre su responsabilidad en la tragedia, Almena inquirió: “¿Debería ser considerado responsable? Apenas puedo estar aquí de pie en este momento.

Sólo estoy aquí para decir una cosa, lo lamento muchísimo, afirmó, y agregó que normalmente él dormía en el depósito junto con sus tres hijos, pero que se habían ido a un hotel debido a la fiesta.

El inmueble estaba destinado a quienes no pueden pagar un alquiler, porque su sueño es más grande que su billetera, argumentó Almena, quien indicó que había firmado un contrato por un edificio que supuestamente respondía a los criterios municipales.

Fue parte de un sueño, de la idea de que un lugar pudiera acoger a todo mundo, desde jóvenes en riesgo e integrantes de la comunidad gay a artistas que no tenían espacio para desempeñar su arte, las artes alternativas, afirmó.

Verificación de normas

Desde el sábado las autoridades municipales informaron que el lugar estaba repleto de instrumentos musicales, lámparas antiguas y otros objetos recuperados que aparentemente no se ajustaban a las normas.

Hasta ahora han sido identificados 35 de los 36 muertos en el incendio. Se trata en su mayoría de adultos, entre 20 y 35 años, y una joven de 17.

Algunos eran originarios de Europa o Asia, y las autoridades de Oakland trabajan con el Departamento de Estado para contactar a los gobiernos extranjeros.

Imágenes subidas a la web muestran pianos, cuadros y objetos de madera en el edificio, lo que ayuda a explicar por qué las llamas llegaron rápidamente a la estructura, pese a que los bomberos llegaron en apenas tres minutos.

Oakland es una ciudad de 420 mil habitantes situada frente a San Francisco, en el este de la bahía del mismo nombre.