Buenos Aires.

El Grupo de Curas en Opción por los Pobres de permanente acción solidaria con los sectores más indigentes del país, realizaron una durísimo crítica al cumplirse el primer año del gobierno del presidente derechista Mauricio Macri, de la alianza Cambiemos, calificándolo como una administración sin política, sin historia, sin verdad que arrasó con muchos logros, reivindicaciones y avances, logrados en la pasada década.

Los sacerdotes que mayoritariamente trabajan en las llamadas villas miserias (ciudades perdidas) están muy cercanos al papa Francisco cumpliendo con sus encíclicas y en la defensa de los más desprotegidos por el sistema.

Son un gobierno sin política, sin historia y sin verdad, sostuvieron en un informe en el que analizan que Macri comenzó la instalación compulsiva de una matriz económica y cultural conservadora, represiva y autoritaria que convirtió en tierra arrasada muchos logros y reivindicaciones históricas para la masa popular de trabajadores, y recordaron que buena parte de los votantes del gobierno creyeron – porque así se les había dicho– que estos logros se iban a mantener.

Además señalan que ese proceso persecutorio y destructor vino decorado en un envase de frivolidad y alegría, de progresismo pedante, de paz y administración, de nueva moral y supuestos nuevos aires frente a una ciudadanía que ellos mismos calificaron como agotada de la política.

Los sacerdotes no dudan de que muchos temas de la agenda nacional necesitaban modificaciones o ser reconfigurados, y algunos habían quedado pendientes de ser resueltos, pero arrasar con todo lo construido reveló más un espíritu de revanchismo conservador que de continuidad democrática.

En el balance del gobierno cuando en un año existen cuatro millones de nuevos pobres, los religiosos mencionan la destrucción de la economía (y del país). Todos los datos con los que podríamos pulsar la vitalidad económica están mucho peor que hace un año atrás: más inflación, más endeudamiento, menos producción, menos puestos de trabajo, menos exportaciones, tarifas más caras, la inversión en baja, suba del déficit fiscal, aumento de la emisión de moneda, caída de la recaudación fiscal en términos reales, desplome del consumo y retroceso del salario real.

Y frente a esto denuncian que los favorecidos fueron los sectores más acaudalados, “se les quitaron impuestos y retenciones y se permitió blanquear el dinero de la evasión, además de liberar lo que se llama la bicicleta financiera”.

Le reclaman a Macri que en lugar de asumir su responsabilidad en el desastre en que se ha sumergido al país, en vez de dar la cara, el Ejecutivo se empeñó en culpar al gobierno anterior, esgrimiendo argumentos insólitos. También advierten que han ocultado con la indispensable ayuda de los medios de comunicación, los efectos de la fenomenal transferencia de ingresos desde los sectores bajos y medios hacia la minoría rica. A estos ocultamientos, al silencio cómplice de los medios, las corporaciones periodísticas favorecidas por el gobierno de Macri, desembozadamente, atribuyen que no haya caído aún más la imagen gubernamental y que esta no sea lo escandalosamente baja que la realidad requiere.

Al final del texto, publicado en Internet, los sacerdotes concluyen que éste es un modelo de hambre y pobreza, de desigualdad y concentración de la riqueza, de desindustrialización y destrucción del empleo, de primarización de la economía y pérdida de la soberanía, de minimización del estado y absolutización del mercado, de destrucción del consumo y la producción, de endeudamiento desenfrenado para cubrir la fuga de capitales. Y como si esto no fuera suficiente debemos sumarle una marcada ineptitud para el manejo operativo de la economía, cubierta con mentiras permanentes, con datos inventados, con ocultamientos de información, con promesas de un futuro feliz que nunca llega y nunca llegará.

Ante algunas preguntas, mostrando su desinterés por todo, el presidente (o sus ministros) han respondido lacónicamente esa (respuesta te la debo. Queremos decirle al presidente y a sus ministros que nos están debiendo debiendo un país entero.

De acuerdo al nuevo portal de Jóvenes de pie, elaborado por sociólogos, economistas y periodistas, a un año del gobierno de Macri: la inflación pasó de 25 a 43 por ciento, la desocupación alcanza casi 10 por ciento, la pobreza aumentó de 21 a 32 por ciento. El consumo cayó en más de 8.5 por ciento y se cree que en estos dos últimos meses se agudizó.

Más de seis mill 300 locales de pequeñas y medianas empresas se cerraron, sólo en esta capital. En el caso de la deuda externa existe un récord histórico de endeudamiento en un año, que sumado todos los aspectos llega a 87 mil millones de dólares. En economía se considera que el PIB cayó 4.7 por ciento, la exportación un seis por ciento, el déficit fiscal aumentó 336 por ciento lo que significa 9 por ciento del PIB.

Uno de los aspectos más grave es que la fuga de capitales alcanza unos 12 mil millones de dólares. Aumentaron las tarifas de todos los servicios en promedio 500 por ciento.

Y ya comenzaron a venderse las acciones que la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) tiene en las grandes empresas, lo que no podía hacerse y esto significará el vaciamiento de ese organismo. Esto sólo son algunos datos del desastre que en 12 meses han provocado en el país y nos están llevando a una crisis, que ya se denuncia similar a lo que sucedió en 2012, advierte el mismo portal.