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Millones, abandonados a su suerte y a merced de delincuentes organizados

México, con una sociedad desigual, violenta y corrupta, afirma el nuncio Franco Coppola
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El representante del Vaticano en México, Franco Coppola, inauguró el pasado 7 de noviembre, tras una misa en la Basílica de Guadalupe, la 102 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado MexicanoFoto Jair Cabrera
 
Periódico La Jornada
Martes 13 de diciembre de 2016, p. 13

El nuncio apostólico en México, Franco Coppola, afirma que el país tiene una sociedad que se caracteriza por la desigualdad económica, la violencia y la corrupción, pero es fuerte y de fe extraordinaria.

En su cuenta de Facebook, expresa que la nación cuenta entre sus ciudadanos con algunos de los hombres más ricos de la tierra, pero también decenas de millones de personas que viven en condiciones lamentables, abandonadas, a merced de las innumerables bandas de delincuentes organizados dedicados al tráfico de drogas y personas.

Indica que esos grupos criminales someten a sus víctimas con una violencia cruel e indescriptible, y asegura que extensos territorios son controlados por dichas bandas. En esos espacios tienen tanta presencia y poder, que a veces ni siquiera las fuerzas del orden se atreven a entrar.

El representante del Vaticano en México advierte en su cuenta personal que el país tiene el triste récord de ser el más peligroso para sacerdotes y periodistas, y que los asesinatos se cuentan por decenas. Es un país que está viviendo una crisis política profunda y acontecimientos impredecibles. La corrupción, subraya, parece ser generalizada, es decir, en todos los niveles.

No obstante, resalta en un texto en italiano que también es una nación con una población con gran fe y fuerza. Dice que hay grupos, asociaciones y particulares que han dedicado sus vidas a socorrer a los más desafortunados, que están dispuestos a defender a los más débiles.

Comenta que la mayoría de los mexicanos luchan cada día para ganarse la vida honradamente y crecer, y que muchos otros toman el riesgo y enfrentan los peligros que significa cruzar la frontera hacia Estados Unidos, con tal de garantizar el sustento del resto de la familia, la cual queda en México.

Asevera que México es un gran país, pues tiene una población enorme: 120 millones de habitantes, seis veces lo que hay en Italia, y con una gran historia hecha por los pueblos indígenas, que continúan presentes y respetados, y de tantos descendientes del cruce de éstos con muchos, sobre todo españoles.

El arzobispo indica que el país en diversos aspectos es moderno, equipado con estructuras que no piden nada a las más grandes ciudades de Estados Unidos, pero que todavía siente fuertemente las heridas de su historia, de los conflictos y las guerras civiles que han marcado parte del siglo pasado, que derivaron en la formación de un Estado básicamente antirreligioso. Agrega: Gracias a Dios la situación, aunque muy lentamente, está cambiando de forma positiva.

Tras hacer una extensa referencia a la Virgen de Guadalupe, recuerda que en su visita a México, en febrero pasado, el papa Francisco pidió la renovación de la Iglesia local, en sentido evangélico y misionero.

También comenta que es un país acostumbrado a ser gobernado por un partido único y que después de muchos años hubo alternancia.