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Fotograma de Estación zombie: tren a Busán, de Yeon Sang-ho
E

l espacio confinado de un tren parecería una locación ideal para el cine de horror. Sin embargo, son contadas las películas del género que han aprovechado ese potencial. (El caso más notable, por llamarlo de algún modo, sería Pánico en el transiberiano, coproducción hispano británica de 1972, dirigida por Eugenio Martín.) Ahora la producción surcoreana Estación zombie: tren a Busán, de Yeon Sang-ho, llega tras el antecedente de la brillante El expreso del miedo, del también sudcoreano Bong Joon-ho (2013).

En su primera película de acción viva, el otrora animador Yeon ha hecho una secuela de su anterior Seoul Station (también de este año y no estrenada en México), que planteaba el inicio de una sociedad amenazada por zombies caníbales, concentrándose en el transporte ferroviario. En su eje dramático, Estación zombie narra la evolución de un egoísta gestor de inversiones, Seok Woo (Gong Yoo), quien se siente obligado a acompañar a su pequeña hija Su-an (la tierna Kim Soo-an) en un viaje por tren a Busán, donde vive la madre, de quien se ha divorciado. En el último momento de partida, una adolescente enferma se sube al mismo tren bala y resulta ser, claro, la paciente cero, la fuente de contagio mediante mordidas, de los demás pasajeros.

Como es previsible, el contagio es exponencial y pronto la mayoría de los viajeros se transforma en zombies convulsos que, a diferencia de los patentados por George A. Romero, no arrastran los pies al caminar, sino que se mueven frenéticamente. Sólo quedará un puñado de heroicos pasajeros –un energúmeno y su esposa embarazada, una pareja de colegiales, un par de ancianas, etcétera –para defender a la especie humana. Mientras tanto, las instituciones son impotentes y no pueden hacer nada para impedir la anarquía. Muy escalofriante resulta esa imagen de cientos de uniformados convertidos en rabiosos caníbales.

Según ocurría en El expreso del miedo, la sencilla premisa funciona para elaborar una metáfora de una sociedad dividida en clases. Así, el privilegiado Seok Woo se mostrará al principio indiferente al sufrimiento ajeno, pero en el transcurso del viaje, por influencia de Su-an, se transformará en un valiente héroe, dispuesto a sacrificarse. En cambio, un ejecutivo de la compañía ferroviaria (Kim Eui-sung) será el villano de la pieza, un cobarde sólo empeñado en su propia supervivencia.

Como sucede en todo relato dramático de zombies, desde La noche de los muertos (Romero, 1968) a la popular serie The Walking Dead, los muertos vivientes son la amenaza permanente, pero el verdadero conflicto moral se da entre humanos.

Los zombies significan la masificación de un monstruo sin conciencia, ni voluntad; ataca por instinto. En cambio, son los sobrevivientes quienes deben tomar la decisión de que el altruismo marca la diferencia con el comportamiento monstruoso. O que la maldad es la opción para tomar el poder.

Fiel al constante movimiento ferroviario, Estación zombie no para en su ritmo trepidante. Cada situación es más extrema que la anterior, conforme se comprueba que el contagio ha sido masivo y varias ciudades en el camino se ven saturadas de zombies.

La grandeza de una película fantástica se mide en su capacidad de delirio y Yeon lo consigue en las acciones climáticas, en las cuales el temerario desempeño de las docenas de dobles de acción y la habilidad técnica del director llevan el relato al paroxismo.

Estrenada fuera de competencia en el pasado festival de Cannes (que ha aprendido a no tenerle miedo al cine de horror), Estación zombie es un punto de encuentro entre la expresión autoral y la adhesión a un género.

Para muchos cineastas sobresalientes –el ya citado Bong Joon-ho entre ellos– esa se ha planteado como la posibilidad más viable de combinar el éxito comercial con las preocupaciones personales.

Estación zombie: tren a Busán

(Busanhaeng)

D: Yeon Sang-ho/ G: Yeon Sang-ho/ F. en C: Lee Hyung-deok/ M: Jang Young-gyu/ Ed: Yang Jing-mo/ Con: Gong Yoo, Kim Soo-an, Jung Yu-mi, Ma Dong-seok, Kim Eui-sung/ P: Redepeter Film Production. Corea del Sur, 2016.

Twitter: @walyder