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Premios nacionales

Es inadmisible y doloroso que todavía haya una lucha por la dignidad de la mujer, afirma

Me fascina la magia y el misterio de la creatividad: Gabriela Ortiz

Es la primera compositora de música de concierto en recibir el máximo galardón del país en el área de Bellas Artes

En entrevista dijo que trabaja en una pieza sobre la migración para la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, a estrenarse en 2017, igual que Ominus, para la OSN

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El compositor escucha la música en el oído interno, sin embargo, no es hasta que se monta, hasta que tienes al intérprete o a la orquesta, que la escuchas por primera vez, aseveraFoto Jair Cabrera
 
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de diciembre de 2016, p. 2

La compositora Gabriela Ortiz Torres (CDMX, 1964) fue la primera mujer en ingresar en su especialidad a la Academia de Artes. Ahora es la primera compositora de música de concierto en recibir el Premio Nacional de Artes y Literatura 2016, en la categoría de Bellas Artes. (La compositora Consuelo Velázquez lo recibió en 1989 en el área de Artes y Tradiciones Populares.)

De hecho, la galardonada asegura que hay muchas compo- sitoras que podrían también acceder a esta distinción. Ortiz Torres hace votos de que el premio sea un precedente para que se abran más los caminos y no ocurran las cosas que suceden hoy día. Por ejemplo, las agresiones a la senadora y atleta Ana Gabriela Guevara.

Que todavía haya una lucha por la dignidad de la mujer, es un tema inadmisible, expresa en entrevista con La Jornada. No es posible que siga habiendo este tipo de actos violentos en contra de una mujer nada más por serlo, o porque estaba en su moto. Esta forma de violencia que todavía existe me duele mucho y, bueno, hay que decir las cosas. Hay que ganar terreno y tratar de que esto no suceda. Uno pensaría que no tendríamos ya porque hablar de la igualdad de género, sin embargo, ante lo sucedido dices qye apesar de todo lo que el ser humano ha aprendido, vamos para atrás.

Ortiz Torres ha abordado otros temas dolorosos, como los problemas de la frontera y la migración, en obras como Río Bravo sobre un poema escrito por Mónica Sánchez Escuer; Liquid borders, que habla de estas fronteras artificiales por temas religiosos, económicos y políticos, que en realidad no tendrían por qué existir, y Únicamente la verdad, videópera en colaboración con su hermano, el artista visual Rubén Ortiz Torres.

La compositora trabaja de nuevo el tema de la migración para la comisión –aún sin título– que le ha hecho por segunda ocasión la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, que se estrenará en octubre de 2017, bajo la dirección de Gustavo Dudamel. Para la entrevistada es una oportunidad pa- ra demostrar que México tiene creadores y produce cultura, ya que ésta reconstruye el tejido social de una comunidad. Es una forma de autorreflexión muy fuerte del ser humano. Es necesario hoy más que nunca que México tenga una presencia de otro tipo, no lo que de repente se exporta: la violencia y la corrupción.

Con la Orquesta de Julliard

A petición de la orquesta, la pieza será de máximo 15 minutos, en un solo movimiento. Tiene que ser una obra muy fuerte, porque tengo que decir mucho en ese tiempo, apunta la compositora.

Otro proyecto que la tiene muy ilusionada es la obra Ominus, encargo de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), por estrenarse también en 2017. Aunque todavía no tiene la fecha precisa, habrá un prestreno el 27 de enero en el Lincoln Center, de Nueva York, con la Orquesta de Julliard.

Hija de Rubén Ortiz y María Elena Torres, fundadores de Los Folkloristas, la compositora siempre ha dicho que la música la eligió, no yo a ella. La escogió desde que me di cuenta que la música estaba tan presente en mi vida, que se da una forma natural de expresarse por medio del sonido y el tiempo que es la creación musical.

Siempre le pareció que “el componer tiene una parte muy misteriosa. Realmente entender cómo funciona la creatividad musical es algo fascinante, porque si uno analiza una partitura hay una parte que es muy racional, en que uno puede derivar una serie de cuestiones teóricas al respecto. Sin embargo, hay otra que es el impulso creativo. ¿Cómo definir la inspiración? Esta parte mágica y misteriosa de cómo es que funciona la creatividad en el ser humano, me parece fascinante.

Todavía hay mucho que explorar y aprender sobre cómo funciona el conocimiento por medio de la intuición. Por qué de pronto llegan estos momentos en los que se te ocurre una cosa y que a veces es muy difícil explicarme en términos racionales, pero simplemente está porque está.

La entrevista se realizó en la casa de Ortiz Torres, en una sa- la en la que sobresalen fotografías de Graciela Iturbide y cuadros de buena factura. ¿Qué la motiva a la hora de componer? Contesta: Para un artista, una persona sensible, cualquier punto de partida puede ser motivo para hacer una obra de arte. Es difícil generalizar qué motiva, porque son muchas las cosas. Puede ser una imagen, un poema, un cuento, un cuadro, una historia. A veces son cosas mucho más abstractas. En ocasiones me imagino una textura musical y de inmediato voy a la hoja de papel pautado para tratar de representarlo. Depende mucho del proyecto.

El ritmo me define

–¿Cómo describe su música?

–Depende de la obra. Ten- go piezas muy diversas, unas más introspectivas, otras mu- cho más rítmicas. El ritmo me define mucho en mi lenguaje musical, pero también tengo partes que son mucho más experimentales, líricas, más de color.

–¿Le gustan los retos?

–Me gusta trabajar en diversos géneros, por eso he hecho ópera e instalaciones. He trabajado con la tecnología. Son herramientas que enriquecen la forma de trabajo. Tener un nuevo reto es algo que me interesa, porque lleva un proceso de investigación fuerte, que es importante en el trabajo de todo creador. Cuando entras en terrenos desconocidos hay riesgos, sin embargo, ellos te llevan al aprendizaje.

Distinguida con el máximo galardón que el país otorga a los artistas, ahora qué sigue. “Tengo dos óperas en el tintero –ya ha compuesto Únicamente la verdad y Ana y su sombra–. Veo la forma de trabajar en una, mientras que cocino el estreno de la otra, que es un poco más ambiciosa, por tanto me ha costado un poco más de trabajo.

Quisiera verlas terminadas y puestas en escena, porque una ópera demanda mucho esfuerzo por parte del compositor. Me importa mucho que éste más de un año de trabajo culmine en una puesta en escena y no en una partitura guardada en un cajón. El compositor escucha la música en el oído interno, sin embargo, no es hasta que se monta, hasta que tienes al intérprete o la orquesta, que la escuchas por primera vez. Es necesario que un compositor escuche su obra, porque es una manera de caminar hacia adelante.