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Las artes marciales mixtas comienzan a atrapar la atención

Con la partida de Ali, el boxeo está en la lona al finalizar 2016
 
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de diciembre de 2016, p. a10

Saúl Canelo Álvarez prefirió perder su título antes que enfrentar a Gennady Golovkin. Bob Arum tuvo problemas para promover la pelea de Manny Pacquiao, quien había decepcionado un año antes en su combate con Floyd Mayweather. Parece que el boxeo está en la lona al finalizar un año en que además se enlutó con el fallecimiento del máximo exponente en su historia.

Durante los funerales de Muhammad Ali, el comediante Billy Crystal dijo que el 3 de junio, cuando se dio la noticia del deceso, el mundo se detuvo, respiró hondo y suspiró. Su frase podría aplicarse también a los combates de Ali, que causaban expectación en Nueva York, Kinshasa o Manila.

El pugilismo en sí lucía normalmente capaz de generar interés global, incluso en las épocas más recientes, las de otros ídolos, las de la modalidad de pago por ver en la televisión, las de la multiplicidad inabarcable de organismos rectores.

Ahora, por ejemplo, una de las pocas peleas que todos querían ver en 2016 no pudo pactarse. En mayo, tras noquear al británico Amir Khan en un combate que se avizoraba como la antesala al esperado duelo contra Golovkin, el mexicano Álvarez anunció que no enfrentaría al kazajo. En consecuencia, debió renunciar a su título de los medianos.

El argumento fue que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) había impuesto un plazo insuficiente para negociar el pleito. Pero varios medios señalaron que el Canelo no quería enfrentar al que quizás actualmente es el mejor boxeador del mundo, libra por libra.

En abril, Golovkin noqueó en dos rounds a Dominic Wade y en septiembre requirió de cinco asaltos para liquidar a Kell Brooks, con lo que retuvo sus cetros del CMB, AMB y FIB, además de colocar su foja en 36-0.

Canelo no tiene miedo de enfrentarse a GGG. En 2017 peleará tres veces: en mayo, septiembre y diciembre. En una de esas fechas podría enfrentarlo, ojalá sea en septiembre”, aseguró este mes Óscar de la Hoya, director general de Golden Boy Promotions.

Más cercano luce el duelo de Álvarez ante otro mexicano: Julio César Chávez Jr. El combate, anhelado por muchos cuando ambos pugilistas comenzaban su carrera, parece llegar a destiempo. El Júnior trata de revivir su carrera tras una suspensión por consumo de marihuana en 2013, una pelea en la que no dio el peso en 2015 y dos combates cancelados este año.

A un año del retiro de Mayweather, el boxeo padece todavía la resaca de su contienda ante Pacquiao. El pleito de mayo de 2015 fue contratado por 4.6 millones de hogares en Estados Unidos para mirarlo por la televisión, lo que generó ingresos superiores a 400 millones de dólares.

Sin embargo, muchos espectadores quedaron desilusionados con la actuación de Pacquiao, incapaz de conectar al escurridizo Mayweather. El filipino dijo que había peleado pese a una lesión en el hombro.

Ante esta realidad del pugilismo, las artes marciales mixtas atrapan el interés de las nuevas generaciones. Dana White, presidente de la UFC, se pregunta por qué este nuevo público querría esperar años para ver una pelea como la de Mayweather-Pacquiao.

Nosotros tenemos aquí a Conor McGregor, dijo el mes pasado White en alusión al gladiador irlandés que ostenta títulos en dos categorías simultáneas. Si él te pone una mano encima, te manda a dormir. Mayweather te duerme pero con su estilo de boxeo, no con sus puños, agregó.