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La tendencia actual es el soul, rhythm & blues y el reggaetón, afirma Andrés Díaz

En 2016 los grupos mexicanos destacaron en el rock en español

Dama, que marcó el regreso de Titán tras 11 años de ausencia; Río Salvaje, del quinteto Little Jesus, y Atlas, del cuarteto Candy, entre los 12 discos más relevantes del año, según expertos

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Emilio Acevedo, Jay de la Cueva y Julián Lede, integrantes de TitánFoto cortesía del grupo
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de enero de 2017, p. 9

En 2016, en materia de rock en español, según un análisis general, en particular en México, los artistas nacionales lanzaron producciones interesantes, porque en años anteriores dominaron los grupos españoles y chilenos, afirmó Andrés Díaz, director del sitio digital sobre música Me Hace Ruido. Agregó que la tendencia actual es el soul, rhythm & blues y el reggaetón, algo lento y un poco más sexy, por lo menos en Latinoamérica, y que en el año que acaba de terminar fue de las bandas.

En tanto, Natalia Cano, colaboradora de la revista Rolling Stone, destacó que la música vive un buen momento y siempre hay que estar abiertos a nuevas cosas. Ambos expertos, junto con otros entrevistados por La Jornada, señalaron diversos trabajos latinos como los relevantes de los pasados 12 meses.

Así, 2016 fue testigo del lanzamiento de Dama, disco que marcó el regreso, después de 11 años, del trío mexicano Titán, integrado por Jay de la Cueva, Emilio Acevedo y Julián Lede, quienes desde el comienzo de su carrera mantuvieron un sentido del humor profundo disfrazado de arte vanguardista. Estos dos roles se atomizan en su nueva grabación, con toda la energía y sorpresa a las que nos acostumbraron antes, resaltó Uili Damage, editor de la revista Marvin.

Por su parte, Díaz comentó que el sonido de este material está complementado con muchísimas colaboraciones de diversos lados: hay españoles (El Columpio Asesino), personas de Los Ángeles (Egyptian Lover), está Gary Numan, lo que da una variedad de colores tremendísima. Al respecto, el trío dijo que la regla de oro era que no tenía que sonar nada parecido a sus proyectos personales; (y) la verdad es que tiene un sonido muy auténtico, distintivo y muy de 2016.

La época los alcanzó

En eso coincidió el periodista Arturo Flores, editor de la revista Playboy México, quien ha colaborado en publicaciones musicales. Afirmó: Siento que en su momento estaban adelantados a su época, y la cuestión es que ahora se oyen frescos, nuevos; como que la época por fin los alcanzó y están haciendo música muy interesante. Parece que fue un regreso bastante afortunado.

A esto se suma Río Salvaje, la segunda producción del quinteto Little Jesus, “un disco muy nostálgico, porque rescata cosas de la etapa de adolescencia –el título hace referencia al juego que había en el parque de diversiones Six Flags–, y cierta ingenuidad, pero con melodías pop muy buenas. Musicalmente, se arriesgaron a hacer varias canciones instrumentales, (con lo que) demuestran que no solamente pueden hacer piezas pop pegajosas. Uno de los pocos proyectos que sí tienen una visión (de dicho) género muy fresca”, detalló Díaz.

En ese sentido, coincidió Damage, mediante este disco el pop encuentra una nueva válvula de escape para validarse como un sonido tan legítimo, como cualquier otro, y proponer nuevos caminos a fin de construirlo sin recurrir a la maquinaria que lo ha moldeado siempre.

Atlas, la tercera placa discográfica del cuarteto capitalino Candy, es brutal. No se parece en nada a lo que había hecho antes y creo que se está arriesgando muchísimo como instrumentista. Me parece un disco, muy, muy, muy bueno, enfatizó Flores. Con él coincidió Díaz, quien consideró que este álbum es una “propuesta muy diferente, (pues) por hacer las cosas por su cuenta creo que ha hecho un rock muy ‘puro’”, alejado del movimiento de los colectivos (de bandas) unidos ya sea por mánagers y/o disqueras.

Para el director del sitio digital Me Hace Ruido también destacaron Entropía, de I Can Chase Dragons –proyecto de Julio Gudiño–, disco electrónico con sonidos medio tropicales, pero también ambientales, está padre, y Algo quedó sin decir, de Torreblanca, un álbum “peculiar e interesante, porque es como un best, reúne incluso temas de antes de que (el grupo) existiera, canciones nuevas, otras que quedaron fuera de algunos discos. Además, “a lo largo de su trayectoria la banda ha tenido muchos colaboradores, y para este material como que todos regresaron de una forma muy extraña (Carmen Ruiz, Mariel Mariel y Ximena Sariñana, entre otros) a cantar en algunos temas. Aparte viene un cover a Natalia Lafourcade”.

Por su parte, Damage resaltó Neilyoung, de Yokozana. Con gran esfuerzo y orgullo, los hermanos Arturo y Antonio entregan 11 cortes cargados de opinión social, con una visión sonora rotunda. Pocas bandas tienen un claro entendimiento del papel y alcances del ritmo y la melodía en el rock y este álbum lo explica perfectamente. También destacó Habits, de Noia: cuatro composiciones de esta catalana afincada en Brooklyn bastan para hacer ebullir los sentidos. Un inconfundible sentimiento latin-jazz hispano en voces y melodías, acompañando una arquitectura sonora tan elaborada como emocionante. Poptrónica fundamental.

Arturo Flores agregó el álbum Noche de fantasmas con Los Nastys, de Los Nastys, cuarteto surgido en Madrid, España, que ya se ha presentado en el festival South by Southwest, en Austin, Texas. Me parece que está muy revival ese sonido surf, como rockabilly, medio punk, punkabilly, incluso, afirmó.

En tanto, Natalia Cano, también colaboradora de la estación de radio Reactor 105.7, destacó La salvación de Solo y Juan, del grupo argentino Los Fabulosos Cadillacs. Es un disco conceptual, un proyecto ambicioso para la banda, porque lo quieren hacer una ópera rock o llevar quizás algo al cine. Es importante, porque la banda se sometió a un nuevo proceso que fue incluir a los hijos de Flavio Cianciarulo y de Vicentico, Astor y Florian, respectivamente, y creo que eso también ha venido a imprimir a la banda en vivo un poder especial, porque ahora se escucha mucho más potente.

Agregó La Humanidad o Nosotros, del dueto Illya Kuryaki And The Valderramas, en el que “explora mucho el sonido Minneápolis, incluso trabajo con músicos que colaboraron muy de cerca con Prince –una gran influencia para los argentinos desde el principio–. Ahora se han dado la oportunidad de volver a la raíz, de fiestear un poco más”. Asimismo, señaló a Psychmonde, del trío mexicano-estadunidense-argentino A Love Electric, su disco mejor logrado, con la colaboración del músico de jazz John Medeski. Creo que es muy internacional y mezcla diversos ritmos sin perder la esencia jazzera que tiene. Cuando lo escuchas en vivo la experiencia es diferente.