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Elena Ferrante, Banksy o Daft Punk forman parte de ese grupo que oculta su identidad

El anonimato logra reinyectar un poco de misterio en una época necesitada de ficción

Sus obras son éxitos planetarios y guardarse celosamente es un acto de resistencia frente a una sociedad que reivindica la transparencia, estima el experto en cultura pop Stéphane Hugon

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Una mujer toma una fotografía a la pieza Rude Copper, del artista inglés Banksy, durante la exposición Guerra, capitalismo y libertad, que se presentó el año pasado en RomaFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de enero de 2017, p. a12

París.

Sus obras son éxitos planetarios, pero nadie sabe quiénes son. La escritora italiana Elena Ferrante, el artista grafitero Banksy o el grupo Daft Punk ocultan celosamente su identidad, decisión intrigante en un mundo hipermediático.

Hace 20 años decidí, de una vez por todas, librarme de la ansiedad de la notoriedad. Está claro que para quienes aman la literatura, los libros bastan, explicó por mail en 2015 a la revista Vanity Fair la persona que se hace llamar Elena Ferrante.

¿Pero el anonimato refleja una voluntad de destacar ante todo las obras? ¿O es una forma de llamar la atención? Es una manera de reinyectar un poco de misterio en una época necesitada de ficción, estima el sociólogo Stéphane Hugon. Y advierte: una vez revelado, el secreto es siempre decepcionante. Cuando sepamos quién es esta Elena nos sentiremos frustrados.

Desenmascararlos, un desafío

Ocultar su identidad es también, según este experto en la cultura pop, un acto de resistencia frente a una sociedad que reivindica la transparencia. Es el caso de Banksy, que huye de la prensa, sólo contesta por mail y a la vez denuncia el espionaje masivo en la era de la Internet.

Desenmascar a estos artistas es un desafío para muchos admiradores y periodistas.

El último rumor sobre el ícono del arte callejero apunta a que sería un miembro del grupo Massive Attack, que también es originario de Bristol, en Inglaterra.

A Ferrante un periodista italiano trató de identificarla analizando los flujos financieros de su editorial. Resultado: la autora de la saga Dos amigas sería una traductora romana llamada Anita Raja, información no confirmada oficialmente.

Pero no todos los artistas que buscan el anonimato lo hacen por los mismos motivos, destaca Philip Auslander, profesor de literatura y de comunicación en el Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos). Hay quienes no quieren aparecer en público y quienes se muestran con máscaras, como el grupo Daft Punk.

Los artistas que no pueden eludir su aparición en público necesitan recurrir a diferentes estrategias para lograr un anonimato relativo, explica, refiriéndose sobre todo a los músicos.

La música electrónica es propicia para los artistas que quieren presentarse detrás de una máscara, como Daft Punk, Deadmau5, Marshmallow (...) Quizás porque (este género) es una forma de negación del individualismo en favor de la experiencia colectiva, la identidad del diyéi no importa, explica Auslander.

El problema es que a partir de determinado momento, Daft Punk, por ejemplo, que siempre aparecen ocultos bajo sus cascos de robots, ya no pueden dar marcha atrás. Es su marca de fábrica, asegura Stéphane Hugon.

Otro riesgo es que el anonimato se convierta en un fenómeno de moda, incluso en un filón.

La editora francesa Sabine Wespieser publicará en febrero una primera novela, Joie (Alegría), de Clara Magnani, seudónimo femenino con sonoridad italiana, que seguramente no escapará a las comparaciones con Ferrante.

Todo lo que deseo es el mismo éxito a este libro, afirma la editora, puesto que el misterio de la identidad no es pertinente si no hay nada detrás artísticamente, afirma.