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Habla a favor de eliminar decreto que protege a los dreamers

Jeff Sessions, nominado para procurador, niega acusaciones de racismo ante el Senado
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La audiencia de Jeff Sessions ayer en el Senado para ser ratificado en el cargo de procurador general de Estados Unidos se vio interrumpida continuamente por activistas que lo acusan de racistaFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de enero de 2017, p. 21

Washington.

El senador conservador Jeff Sessions, designado por Donald Trump para el cargo de secretario de Justicia, negó este martes viejas acusaciones de racismo, y se mostró favorable a eliminar una orden presidencial que protege de la deportación a jóvenes inmigrantes indocumentados conocidos como dreamers. La audiencia de este martes ante el Senado fue interrumpida por dos individuos en la sala con falsas vestimentas del Ku Klux Klan y miembros del grupo pacifista Código Rosa.

El abogado y ex fiscal federal, de 70 años, aseguró que es contrario a una ley que prohíba la entrada de musulmanes a Estados Unidos –medida sugerida por Trump en la campaña– y defendió mantener la prisión de Guantánamo, que Barack Obama prometió cerrar.

Sessions, quien admite su oposición al derecho al aborto y al matrimonio igualitario, prometió que respetará las decisiones de la Corte Suprema sobre esas materias.

Sessions es el primero del equipo de nominados por Trump en acudir a la audiencia ante el Senado, cuando la mayoría republicana quiere acelerar la confirmación de los miembros del nuevo gabinete, antes de que el magnate llegue a la Casa Blanca, el 20 de enero.

Rechazado por grupos de derechos civiles, Sessions rápidamente desmintió acusaciones de no haber protegido el derecho al voto de electores negros y de tener simpatías por la organización racista Ku Klux Klan, que amenazan con cerrarle la puerta a la primera oficina judicial del país.

Esas acusaciones son falsas, apuntó. Esa caricatura sobre mí en 1986 no era correcta, dijo en referencia al periodo en el cual su nominación a juez federal colapsó por acusaciones de racismo.

La sesión en el Capitolio fue agitada desde el inicio, pues desde la tribuna del público una multitud estuvo interrumpiendo la discusión durante toda la audiencia. Manifestantes del grupo a favor de los derechos humanos Código Rosa y dos hombres disfrazados de militantes del KKK fueron expulsados por la policía.

No a Trump, no al KKK, no a Estados Unidos fascista, gritó un hombre.

Sessions creció en el estado de Alabama durante la era de la segregación racial. Desde 1997 en el Senado votó en contra de un proyecto bipartidista de reforma migratoria y se opuso a una ley sobre la violencia hacia la mujer.

En 1986 reprochó a un abogado blanco ser una desgracia para su raza por defender a clientes negros y llamó a un fiscal negro boy, término con fuerte connotación racista en Estados Unidos porque así solía llamarse a los sirvientes de raza negra. Esos señalamientos le impidieron ser confirmado como juez federal.

En la audiencia expresó que es constitucional anular la orden del presidente Barack Obama que protege de la deportación a más de 700 mil jóvenes traídos desde niños ilegalmente al país por sus padres indocumentados.

La lucha contra el ingreso de indocumentados será su prioridad y prometió enjuiciar a aquellos que repetidamente violan nuestras fronteras.

Sessions fue el primer senador en apoyar a Donald Trump durante la campaña por las primarias del Partido Republicano, y dio su total respaldo al plan del presidente electo de construir un muro en la frontera con México y expulsar a millones de indocumentados.

La audiencia de Sessions, que no será ministro a menos que obtenga el voto mayoritario de los senadores, concluirá este miércoles. Afirmó que se retirará de cualquier posible acción legal que pudiera entablar el nuevo gobierno de Trump en contra de la ex candidata presidencial Hillary Clinton, pues afirmó no tener la imparcialidad necesaria.