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Toma protesta al recién creado Comando Nacional Antigolpe que encabeza el vicepresidente

La declaratoria de abandono del cargo, parte de un plan golpista, denuncia Maduro

Califica de pandilla a la mayoría opositora y la acusa de tener secuestrado el Congreso

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El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges (al centro), ayer en una marcha en una plaza de la zona oeste de Caracas, luego de que el mandatario Nicolás Maduro acusó a la mayoría opositora del Congreso de intentos golpistas por declararlo en abandono del cargoFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de enero de 2017, p. 22

Caracas.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este martes que la declaración de abandono del cargo presidencial que realizó en su contra la Asamblea Nacional forma parte de un plan golpista opositor que será sancionado por las autoridades, y aseguró que sigue en pleno ejercicio de sus facultades como jefe de Estado y de gobierno.

Durante un acto transmitido en cadena nacional, Maduro tomó juramento al llamado Comando Antigolpe, que tiene la misión de contrarrestar los presuntos planes desestabilizadores de la oposición que, puntualizó, serán castigados.

Aténganse a las consecuencias del llamado al golpe de Estado que la pandilla (mayoría opositora) aprobó ayer (lunes) en la Asamblea Nacional... tienen secuestrado el Congreso y han utilizado el recinto para el desacato a la ley y para promover un golpe de Estado en Venezuela. ¡Así lo denuncio!, sentenció Maduro, quien apuntó al presidente del Legislativo, Julio Borges, como responsable.

Estas medidas se suman al anuncio del domingo pasado de la creación del Comando Nacional Antigolpe para la preservación de la paz, que estará encabezado por el vicepresidente de la república, Tareck El Aissami.

El pasado lunes, el Congreso, de mayoría opositora, declaró al gobernante en abandono del cargo por incumplimiento de funciones y lo responsabilizó de la crisis económica, el auge de la criminalidad y el supuesto deterioro de las garantías democráticas, por lo cual exigió la convocatoria a elecciones.

El mandatario afirmó que la declaratoria es un manifiesto golpista nulo, que incita a la violencia y da vía libre para sacarlo del poder por cualquier medio, incluida una intervención extranjera.

Enseguida aseguró: soy el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el jefe de gobierno y el jefe de Estado por mandato del pueblo, y con el pueblo seguiré defendiendo la paz.

El presidente cumple este martes su cuarto año de mandato, a partir del cual, si llegara a salir del poder, el resto del periodo (hasta enero de 2019) quedaría a cargo del vicepresidente.

Maduro insistió ante los integrantes de la comisión, en la cual delegó enteramente la lucha contras las supuestas conspiraciones, que si sabemos quiénes son los promotores de la violencia, actuemos preventivamente.

Encabezado por El Aissami, recientemente nombrado vicepresidente, el grupo lo conforman Diosdado Cabello, número dos del chavismo; Vladimir Padrino López, ministro de Defensa; Néstor Reverol, ministro de Interior, y Gustavo González López, director del Servicio de Inteligencia.

En tanto, la bancada minoritaria del oficialismo acudió este martes ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para solicitar la nulidad de la ley que decretó a Maduro en abandono del cargo y que se investigue la responsabilidad de quienes la promovieron. Afirmó que la Asamblea Nacional no está facultada para destituir al presidente.