Opinión
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Dinero

Propone Martha Tagle bajar 50% a los senadores

¿Mataron a la gallina o a todo el gallinero?

Trump va ahora sobre la industria farmacéutica

Astillero

Sin huevos (de oro)

EPN da sonriente pésame

Durango: castigo ejemplar

Descapitalizar a Pemex y CFE

Enrique Galván Ochoa
Julio Hernández López
Economía Moral

Agnes Heller y las teorías de las necesidades humanas/ XVII y última

Predominio de necesidades cualitativas y tiempo para el ocio en sociedad ideal

México SA

La gallina ha muerto

¿Quién la asesinó?

EPN: modelo justo

Julio Boltvinik
Carlos Fernández-Vega
De nuestras Jornadas

¿Doble lenguaje gubernamental?

Penultimátum

De plagiarios consumados

La Jornada Guerrero
Ruta Sonora

Lo electrizante de 2016 (rock anglo I)

Migración cubana: fin de la hipocresía
A

una semana de entregar el cargo, el presidente estadunidense, Barack Obama, anunció ayer el fin de la política de doble rasero que Washington ha venido aplicando desde 1995 a los migrantes procedentes de Cuba, popularmente conocida como pies secos, pies mojados, consistente en conceder permiso de residencia y trabajo a todo cubano que lograra llegar a territorio estadunidense, con o sin documentos migratorios, y al mismo tiempo, devolver a la isla a todos los que interceptara en el mar.

Patricia Peñaloza
El Correo Ilustrado

Violencia académica y de género

D

uele, cómo duele la pérdida de una persona y más cuando su muerte es prematura y nos es cercana. Tere era bióloga, muy competente. Trabajó en un proyecto efímero de la Organización de Naciones Unidas. No hubo más.

Proteccionismo trumpista, letal para EU
L

ejos de restaurar una mítica grandeza de Estados Unidos y recuperar millones de empleos perdidos ante competidores desleales, la aplicación de las medidas proteccionistas anunciadas en la campaña presidencial de Donald Trump generarían, a partir del 20 de enero, fecha de su toma de posesión, inflación, desempleo y déficit crecientes en la economía estadunidense ante otros bloques y países del orbe.

José Murat
No existe la generación espontánea
L

a generación espontánea no existe. Todo puede ser anticipado, todo se advierte, todo se anuncia mediante signos. El gran problema es saber especificar esos indicadores y descifrarlos con razonable confiabilidad. Nada surge de la nada, todo tiene un origen que es detectable de algún modo. Aceptarlo es parte de los cánones de la inteligencia política. En la gestión pública las sorpresas en principio son inadmisibles, son antinatura. Todo rastro proviene de otro ya existente.

Vamos por todo
E

n estos momentos de profunda indignación nacional frente a una más de las agresiones del gobierno de Enrique Peña Nieto contra los pueblos de México, esta vez a través del llamado gasolinazo, que de manera despiadada ha impuesto una alza generalizada de precios en el inicio del año, llaman la atención los importantes comunicados y resolutivos que resultaron de la reunión de fin de año del Congreso Nacional Indígena y el EZLN, que lejos están de ser intrascendentes, vacíos de ideas o carentes de propuestas para integrar un programa de lucha anti-capitalista, y, mucho menos, pueden ser considerados retórica o moralina inicua y desarmante. Los que ofician como sempiternos comisarios políticos de los procesos revolucionarios y luchas populares en marcha debieran leer con mayor acuciosidad los documentos que critican a la ligera, antes de lanzar sus dardos envenenados y sus recetas a modo, que, irrespetuosa y superficialmente descalifican los esfuerzos de innumerables compañeros y compañeras que durante todos estos años nos han estado advirtiendo de la catástrofe que se nos venía encima, y que, ahora, toman una iniciativa para: “la reconstitución integral de los pueblos […], esperanzas colectivas que se hacen comunitarias, municipales, regionales, estatales y que están dando respuestas precisas a problemas reales del país, lejos de la clase política y su corrupción […] no tengan duda, vamos por todo, pues sabemos que tenemos enfrente quizá la última oportunidad como pueblos originarios y como sociedad mexicana de cambiar pacífica y radicalmente nuestras formas propias de gobierno, haciendo que la dignidad sea el epicentro de un nuevo mundo.” [“ ¡Y retembló!, Informe desde el epicentro…”, Enlace Zapatista]

Jorge Carrillo Olea
Gilberto López y Rivas
Vaso medio lleno o medio vacío
E

ste nuevo año se nos presenta con perspectivas que parecen preocupar a casi todos. Desde luego, cada principio de año cualquiera que recordemos siempre está repleto de incógnitas. Es como si volteamos a la última página del capítulo de un libro que estamos leyendo y el capítulo que sigue parece anticiparnos algo nuevo y lleno de sorpresas. En esta ocasión, el año nuevo si traerá cambios, como ya lo han anticipado varios expertos en políticas públicas, primero porque en nuestro vecino del norte se subirá al trono un personaje realmente detestable, que no ha dado muestras de que nosotros los mexicanos le agrademos siquiera un poco. Por otro lado, de acá de este lado tenemos un encargado del país que no tiene la mínima inteligencia para enfrentar con valor y dignidad a ese execrable personaje. Pero, como todo en la vida, nada es a 100 por ciento; de entre todo lo malo, hay cosas buenas y viceversa. Veamos bien: el señor ese que presidirá en Estados Unidos a partir del 20 de enero conjuntará una serie de estrategias que seguramente afectarán a nuestro país temporalmente. Estos molestos efectos se deben principalmente a la histórica necedad de depender hasta la asfixia de Estados Unidos. Nuestro comercio y/o relaciones estructurales están principalmente articuladas con los gringos, asunto que adolece económica y políticamente de una enorme miopía. Pero bueno, eso lleva años haciéndose y no se puede revertir, pero sí se puede corregir. Y qué mejor oportunidad para nuestro país. No nos quieren allá, pues volteemos la mirada hacia otras partes del mundo y hay muchas. Pero además podríamos enfocarnos, ahora sí en serio, a nuestra economía interna.

Tres despachos sobre Zygmunt Bauman
L

a vida. Pocos son los científicos sociales como Bauman (1925-2017) [goo.gl/nugJmB], cuya vida y obra se entrelazan tan íntimamente. Al contrario del dictum weberiano que la sociología debe ser una esfera neutral libre de valores personales, Bauman abre la puerta a su propia existencia y sus preocupaciones. Suele asegurar que para que algo tenga un valor, tiene que venir del reciclaje de las propias experiencias. Cada uno de los temas que analiza en sus más de 50 libros –modernidad, holocausto, libertad, ética, seguridad, comunidad, trabajo, socialismo, consumismo, educación, identidad, muerte, Estado, xenofobia, globalización, pobreza, migración, neoliberalismo, miedo, cultura, Europa o amor– lo vive de una u otra manera durante su larga, tendida entre la Gran Depresión de los 30 y la reciente crisis de los refugiados, vida. Esto es aún más cierto en su último periodo, cuando empieza a componer un solo libro sobre el cambiante estado de agregación de la modernidad, que va dividiendo en libritos (Büchleins) llenos de retornos y repeticiones. Pero también su obra más importante – Modernidad y holocausto (1989)– nace desde lo personal: gracias a la inspiración y vivencias de su primera esposa, Janina. A pesar de haber experimentado pobreza, guerra, purgas y exilio –o igual por eso–, Bauman parece amar la vida. Así, siempre entendía a su inseparable pipa, un vasito de whisky o vodka en las tardes y el gusto de estar con la gente. De allí vienen sus continuas alertas sobre diferentes peligros que corre nuestra sociedad. De allí que –tras quedarse viudo en 2009– se vuelve a enamorar y casar por segunda vez.

René Drucker Colín
Maciek Wisniewski*
Un fantasma terrorífico...
M

últiples adjetivos se han vertido en días recientes para intentar calificar el estado emocional y afectos que acontecimientos recientes han despertado. A las imágenes se han agregado palabras que intentan dar cuenta de lo experimentado en lo más íntimo de nuestro ser. Pero que el lenguaje no alcanza para dar cuenta de lo que discurre por lo síquico, siempre hay un plus que se escapa. Saturados los sentidos, aturdida la razón, rebasada la capacidad elaborativa, sólo queda la confusión y el desasosiego.

José Cueli