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Fragmentado, de Night Shyamalan, lidera taquilla de EU y Canadá; en México, el 17 de febrero

En el mundo del cine más dinero supone pensar menos

El realizador destaca en entrevista el trabajo de James McAvoy: No hay muchos actores que puedan hacer varias personalidades sin exagerar, sin caer en la caricatura... hacer una mujer y al instante a un niño

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Anya Taylor-JoyFoto Ap
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Night ShyamalanFoto Ap
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James McAvoyFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2017, p. 8

Madrid.

Fragmentado (Split), en torno a un sicópata con múltiples personalidades, lideró la taquilla de los cines en Estados Unidos el fin de semana recién pasado. En estos días se estrena en España, y en México estará en salas el 17 de febrero.

La cinta del director indio-estadunidense Night Shyamalan, creador de Sexto sentido, Señales, La villa, La mujer en el agua y El fin de los tiempos, recaudó 40.2 millones de dólares tras su estreno en Estados Unidos y Canadá, lo que significó un éxito financiero, pues fue filmada con menos de 10 millones de dólares.

Es un thriller de secuestros y suspense que deviene tratado sobre los trastornos de personalidad y la naturaleza humana en el que su protagonista, James McAvoy, enfrenta el complejo reto de interpretar a un hombre que encierra 23 personalidades diferentes.

Como ya hizo en su anterior trabajo, The Visit, en Múltiple (será título en España) el director de origen indio regresa a las pautas que marcaron sus primeros trabajos, producciones de suspenso relativamente pequeñas, alejadas de los colosales presupuestos que llegó a manejar en cintas como After Earth o Airbender, el último guerrero. Un ambiente en el que, admitió, se siente más cómodo y libre para contar sus historias.

En este caso la historia es la de Kevin, un hombre interpretado por James McAvoy, que sufre trastorno de identidad disociativo, es decir, que en su fracturado cerebro coexisten 23 personalidades, cada una muy definida y que lucha por tener el control, llegando incluso a obligarlo a secuestrar a tres adolescentes.

El proceso de contar una historia, lo importante

En una entrevista a su paso por Madrid para promover su película, el realizador comentó: Lo importante es el proceso de contar una historia. En estas películas el presupuesto de cada día es tan bajo que puedo añadir unos días más en posproducción para corregir errores y cambiar cosas de forma más rápida porque todo es más flexible.

Agregó que en el mundo del cine, normalmente, más dinero supone pensar menos.

Fragmentado parte del thriller y pone en primer plano temas tan complejos y escabrosos como los abusos contra menores o las enfermedades mentales. Comienza como si pudiera convertirse en una cinta de horror, torturas y demás. Sin embargo, cuando pasa un cuarto de hora mostramos al público que esto no va por ahí, que es algo diferente, distinto y raro. Incluso las víctimas se quedan desconcertadas y es algo divertido, señaló Shyamalan, quien a partir de un crimen arma una historia que va al ciento por ciento al trastorno de personalidad.

Es ahí donde cobra especial relevancia el trabajo de McAvoy, quien interpreta al protagonista. No hay muchos actores capaces de hacer un trabajo como este. La parte física, el humor, la empatía... y hacerlo sin exagerar, sin caer en la caricatura. No todo el mundo puede interpretar a una mujer y al siguiente instante a un niño. Está al alcance de muy pocos.

Para enfrentar este trabajo y conseguir diferenciar ante el público cada uno de los personajes que pelean en la mente de Kevin, además de ayudas externas, como el vestuario, uno de los mayores retos de McAvoy fue modular la voz y cambiar su lenguaje gestual de forma que el espectador sepa quién tiene el control de la mente de Kevin, pero sin caer en la exageración, sin romper el clima de tensión y suspenso ni entrar en lo caricaturesco.

Las cualidades vocales de cada personaje, sus acentos y entonaciones, fueron muy importantes, pero sobre todo los gestos; el aspecto físico era la clave para mostrar que estaba con uno u otro personaje, que había cambiado de personalidad, señaló el actor, quien subrayó que pasó mucho tiempo con Shyamalan modulando voz, gestos, la forma de sentarse y demás tics de cada uno de los personajes.

A la hora de abordar un tema tan complejo como el de los desórdenes de personalidad, Múltiple lanza al espectador una gran pregunta: ¿es la mente capaz no sólo de condicionar, sino incluso de hacer mutar el cuerpo? Una premisa con la que McAvoy comulga porque, más allá de casos extremos con el de su personaje Kevin, lo vemos en el día a día.

Es cierto. Si te enfadas, tu presión arterial sube, afirmó el actor, quien hace referencia a los casos documentados que, en este sentido, estudió Shyamalan para preparar la película y que señalan que en pacientes con trastorno de identidad disociativo, si una de las personalidades cree padecer diabetes o colesterol el cuerpo podría producir cambios químicos para adaptarse a esa personalidad.

Una de las víctimas del personaje de McAvoy es Casey, la joven a la que da vida Anya Taylor-Joy.

Por lo que ella ha sufrido está más preparada que el resto de las chicas que secuestra. También está aterrorizada, pero tiene capacidades increíbles; es paciente e inteligente, y sabe que debe recoger toda la información que pueda para salir de allí, afirma la joven actriz, quien recientemente ha protagonizado otras cintas de suspenso, cintas como La bruja o Morgan.

Pero el gran valor de Múltiple, señaló Taylor-Joy, es que es una película con muchas capas, en la que Kevin es a la vez el villano y la víctima de sus personalidades. Con ellas, con las nueve que muestra McAvoy en la película, comparte planos, y aseguró que, gracias al increíble trabajo de su compañero, no fue nada difícil adaptarse a la interacción con una o con otra. James tiene un control tan alucinante de la cara y de su físico que podía saber inmediatamente con quién estaba hablando. Era como actuar ante nueve actores diferentes, concluyó.