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Rechazo a trasnacionales y justicia por Ayotzinapa, otras consignas

En ceremonia luctuosa de Samuel Ruiz, protestan contra las reformas
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Alrededor de 8 mil católicos marcharon en San Cristóbal de Las Casas con motivo del sexto aniversario luctuoso del obispo Samuel Ruiz, acto en el que recordaron las enseñanzas del j’Tatik de denunciar las injusticiasFoto Elio Henríquez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 26 de enero de 2017, p. 19

San Cristóbal de Las Casas, Chis.

Alrededor de 8 mil católicos de la diócesis local marcharon en esta ciudad para recordar al obispo Samuel Ruiz García, al cumplirse seis años de su fallecimiento, y se pronunciaron contra las reformas estructurales, los megaproyectos, la minería y el llamado gasolinazo.

Provenientes de las más de 50 parroquias de la diócesis que Ruiz García encabezó de 1960 a 2000, los feligreses caminaron por diferentes calles y avenidas rumbo a la catedral, en cuyo costado sur los obispos Felipe Arizmendi Esquivel y Enrique Díaz Díaz oficiaron una misa, a la que asistieron también muchos sacerdotes y religiosas.

“Viva el j’Tatik Samuel”, corearon durante el recorrido de más de una hora desde varios puntos de la localidad. “No al gasolinazo, rechazamos las represas y la presencia de empresas trasnacionales en nuestros territorios, justicia por Ayotzinapa”, fueron algunas de las consignas.

En su homilía, Arizmendi Esquivel dijo: “debemos seguir denunciando las injusticias que este sistema provoca y tratar de construir otro sistema en el que no sea el dinero el que mande, sino que vivamos el servicio, la ayuda mutua, el trabajo comunitario, la defensa de los marginados, la protección de la hermana madre Tierra.

“Esta fue la lucha también de j’Tatik Samuel, quien nos dejó como herencia la denuncia de las injusticias, la defensa de los indígenas, la protección de los derechos humanos, la promoción de las mujeres, la inculturación de la Iglesia, para que sea autóctona, liberadora, evangelizadora, servidora, en comunión y bajo la guía del Espíritu Santo.”

Asimsimo, destacó que “como pueblo creyente, denunciamos el actual sistema social, político y económico como injusto, explotador del pobre y de los recursos naturales, excluyente de los marginados, centrado en la riqueza y no en las personas.

Denunciamos la pobreza que está aumentando por el alza en las gasolinas, el gas, la electricidad, la tortilla, el transporte y todas las cosas. Denunciamos el egoísmo nacionalista del nuevo gobierno de Estados Unidos, que excluye a los migrantes y que sólo ve por sus intereses económicos, sin solidaridad hacia los países menos desarrollados.