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De nuestras Jornadas

Las malas mañas

P

ara cuando usted pueda leer estas líneas, las nuevas administraciones estatal y municipales de Aguascalientes habrán ocupado sus cargos suficiente tiempo para ya no tener pretextos y responder por sus promesas de campaña no cumplidas; sin embargo, no lo harán. Seguirá habiendo gobernantes ausentes y representantes populares omisos, quienes, a pesar de lo ofrecido antes de las elecciones, querrán aprovecharse de la luna de miel de los primeros días.

Un mes es suficiente para acompañar con hechos lo que se prometió hacer en materia de corrupción, transparencia y rendición de cuentas; sin embargo, el gobierno estatal, los municipales y el Poder Legislativo (con más de dos meses en operación) siguen actuando como si estuvieran en campaña y ocupan su tiempo en declaraciones que están más relacionadas con la cacería de brujas que con un compromiso contundente en contra de los corruptos, que, en el caso de Aguascalientes, se aprovechan de la desidia ciudadana para dañar el tejido social, porque en la tierra de la gente buena nadie se queja: las cosas son así.

En el tiempo que llevan en sus cargos, desde el gobernador hasta los presidentes municipales, sin olvidar a los diputados, sólo se han comprometido de dientes para afuera a cambiar la forma de gobierno, pues en la práctica les ha tomado muy poco tiempo adaptarse a las reglas no escritas de la política, a las promesas bajo el agua, al ascenso de los cuates y compadres, a la venganza disfrazada de reingeniería administrativa. Sin importar si son del Partido Acción Nacional o del Partido de la Revolución Democrática, en cuanto ascienden, ejercen su autoridad con la misma irresponsabilidad que los priístas. Las malas mañas se aprenden rápido.

Del dicho al hecho, para continuar con las frases hechas, hay un trecho que las autoridades actuales mantienen por conveniencia, y para muestra unos botones: el desdén de los funcionarios a la ley 3 de 3, el hacerse de la vista gorda ante la renuncia obligatoria de quienes no cooperaron en campaña, y, como siempre, una relación poco clara con los medios: en vez de transparentar las erogaciones en este rubro, los gobiernos estatal y municipal presumen que es un gasto que no harán.

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Twitter: @jornadags