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Astillero

Tapachula: el muro sur

Avance armado de EU

¿Y los “malos men” de allá?

SRE, defensa de migrantes

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VIDEGARAY, DE VISITA EN LA ONU. La ONU se mantendrá atenta al diálogo entre México y Estados Unidos, dijo ayer el secretario general del organismo, Antonio Guterres, durante la visita del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray (izquierda), quien le informó sobre las negociaciones del país con autoridades estadunidensesFoto Xinhua
E

l dato importante es que la expansión militar estadunidense ya está en curso, aceptada por Enrique Peña Nieto e impulsada por Donald Trump, pues México está considerado por Estados Unidos como un factor importante de su seguridad nacional y, en ese tenor, el nuevo ocupante de la Casa Blanca está decidido a instalar y desarrollar en nuestro país la estructura que le sea necesaria para preservar los intereses de la potencia en proceso de presunto reposicionamiento.

Más allá de los detalles y palabras precisas que haya expresado Trump a Peña en la famosa plática telefónica del viernes pasado, la versión ahora aceptada demuestra el ánimo intervencionista del presidente de EU ante la inviabilidad institucional de México. Expresadas de manera coloquial, a la ligera o en broma, las palabras constituyen una declaración de principios injerencistas: el ofrecimiento-imposición de la fuerza imperial para ayudar a un vecino, subdesarrollado o incapaz, a enfrentar sus problemas.

El amistoso diagnóstico trumpiano es, desde luego, convenenciero por unilateral. El problema de los “ bad hombres” en México tiene su obligada correspondencia con los “malos men” de allá: el proceso económico del tráfico de drogas, y de varios rubros del crimen organizado en general, se desarrolla en ambos países, con la obligada participación de agentes y autoridades que permiten el flujo cuantioso de mercancías estupefacientes y la consiguiente distribución entre millones de adictos estadunidenses, que se convertirían en un problema de desestabilización social si no recibieran oportunamente sus acostumbradas dosis herbáceas y químicas. Del gran universo de responsabilidades compartidas, el ocupante de Los Pinos solamente habría dicho al de la Casa Blanca algo referido al tráfico de armas de aquel país hacia el nuestro, según una declaración, sin mayor respaldo de prueba, que hizo Eduardo Sánchez, el vocero de EPN.

Por cierto, dicho vocero ha quedado en condición de mentiroso o, si se prefiere el eufemismo, de muy mal informado, pues había asegurado que “en ningún momento se habló de tropas durante la conversación por teléfono; tampoco alguna amenaza, ni el presidente Trump dijo semejante cosa’’, cuando ahora bien se sabe que sí se habló de tropas, de intervención en México y de fallas estructurales en el combate al narcotráfico, como la Casa Blanca ha reconocido extraoficialmente, mediante nuevos posicionamientos hechos llegar a medios estadunidenses.

Lo trascendente, sin embargo, está a la vista y poca atención se le ha puesto, centrado todo en el revuelo respecto a filtraciones, extractos de transcripciones, términos usados en las traducciones, desmentidos y la pretensión oficial de etiquetar la plática infame como algo cordial y constructivo.

Un día antes de que se dieran a conocer en Washington las filtraciones generadoras de escándalo, se había realizado en Tapachula una reunión muy significativa, de la cual se dio información oficial después de que la periodista Dolia Estévez mencionó el asunto en el noticiero de Internet que conduce Carmen Aristegui (aunque no hay constancia de que hubiera estado el canciller Luis Videgaray en ese encuentro, como Estévez señaló; en cambio, se asegura que estuvo la subsecretaria de Relaciones Exteriores, encargada de asuntos de Latinoamérica y el Caribe, Socorro Flores).

A diferencia de anteriores sesiones, en las que participaron personajes de perfil político o legislativo, o de menor graduación militar, esta vez la representación estadunidense estuvo encabezada por la jefa del Comando Norte, la generala Lori Robinson (primera mujer en asumir el mando de una de las seis unidades regionales de combate del Ejército de EU), y el jefe del Comando Sur, el almirante Kurt W. Tidd. De éste, en otro contexto y en un artículo publicado en TeleSur, Jean-Guy Allard señaló: No es ningún marino de agua dulce. Es de alta mar y con turbulencia. Al servicio de un aparato de grande potencia que decenas de veces se manifestó en aguas y en muelles ajenos bien al sur de la Florida. Más vale que el vigía se mantenga en alerta (https://goo.gl/DoQ8Y3/).

Según lo que la agencia Reuters adjudicó a versiones de fuentes cercanas al tema, la reunión se centró en el compromiso de México de asegurar su frontera sur para mantener a raya tanto a la delincuencia organizada como a los inmigrantes centroamericanos que tratan de ingresar sin documentos a EU. La fuente señaló que la embajadora estadunidense, Roberta Jacobson, estuvo presente en el encuentro.

Así que, mientras la vista está puesta en el norte, en las filtraciones de Washington y los berrinches y excesos del inmaduro Trump, en el sur de México se incrementan las bases de operación de Estados Unidos para contener a los migrantes centroamericanos, en cumplimiento de una exigencia estadunidense que hasta ahora ha significado la presencia de múltiples agentes de aquel país, pero no de la abierta presencia militar gringa. Mientras se discute sobre el muro en la frontera norte mexicana, y su pago, México ya está pagando tributo a Washington en el sur, abriendo las puertas al establecimiento de un muro militar y policiaco bajo mando real estadunidense, aunque la fachada institucional mexicana se preste gustosa para disimular esa cesión de soberanía.

Por otra parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores ha precisado ya las acciones en defensa de los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Son tareas efectistas, susceptibles de gran dilución en manos de los cónsules de origen partidista que hay en varios lugares. Cada consulado creará un centro de defensoría y cada representación contratará personal local adicional para ofrecer orientación legal de manera permanente a nuestra comunidad. Habrá pláticas, reuniones, talleres, acercamientos, uso de WhatsApp y difusión de videos y cápsulas de radio, tomando como referencia los elaborados por Univisión a iniciativa del Consulado General de México en Miami. Toda la documentación del caso, disponible en lajornadasanluis.com.mx. ¡Hasta el próximo lunes!

Twitter: @julioastillero

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