Opinión
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Infancia y sociedad

Genios reprobados

L

a normalidad es un valor muy importante en la educación. Ello, porque la escuela tiene como uno de sus objetivos estandarizar a los alumnos de acuerdo con un perfil predeterminado ideológicamente y respaldado por la estadística, aunque no por criterios de salud mental ni de ética.

En busca de aceptación, la mayoría de las personas se esfuerzan por ser o parecer normales y renuncian a la originalidad.

Para los sicoanalistas la normalidad es solamente el triste destino de la mayoría de nosotros. El brillante siquiatra escocés Ronald David Laing escribió: Lo que nosotros llamamos normal es producto de una represión, negación, disociación, proyección, introyección y de otras formas destructivas de la experiencia.

Por suerte, la genialidad es imposible de ser anulada por las técnicas alienantes de la educación. Entre los genios que tuvieron problemas en la escuela destacan: Leonardo da Vinci, Pablo Picasso, Albert Einstein, Agatha Christie y Charles Chaplin.

Thomas Edison, uno de los inventores más grandes de su siglo. llegó a casa un día y entregó a su madre una nota de parte del maestro. Ella leyó la carta en voz alta para su hijo con los ojos llenos de lágrimas: Su hijo es un genio. Esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo; por favor, enséñele usted.

Muchos años después, ya fallecida su madre, quien patentara las baterías recargables, el fonógrafo y la bombilla, entre muchos otros inventos, revisando viejos recuerdos de la familia se encontró aquella carta doblada en el marco de un dibujo. El papel realmente decía: Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela. Edison lloró por horas y después escribió en su diario: Thomas Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero gracias a su inteligente madre se convirtió en el genio del siglo.

Al igual que Edison, genios de diversas épocas tuvieron problemas en la escuela. Leonhard Euler y Blas Pascal, de los más grandes matemáticos de la historia, fueron educados por sus padres.

Si algo tienen en común todos estos creadores, además de su mente brillante, es que la escuela no supo ver su genialidad. Eran niños con aparentes problemas de aprendizaje y una forma diferente de ver el mundo. Pero frecuentemente, la escuela también se equivoca…